Barco hacia las Tierras del Ocaso

Bufé, pero le hice caso, y así estuve pasando el rato, aunque de vez en cuando la hacía más grande y más pequeña, para no aburrirme demasiado, aunque siempre controlando.

Taern y yo manteniamos una conversacion en tono bajo y en arcano.

Cuando ya llevaba media hora haciendo el mismo hechizo, y viendo que Taern y Vedrick estaban muy entretenidos, decidí hacer algo distinto. Apunté con mis manos al mar, y empecé a moverlas. El agua se elevó y formó en el aire una espada... y después dos. Entrecrucé mis dedos y las espadas empezaron a lanzar estocadas como si alguien las estuviera manejando... cada vez que chocaban, las gotas de agua llegaban hasta el barco, mojándonos...

Entonces un enorme dragon hecho de agua surgio del mar y devoro las dos espadas.
Taern y yo estabamos detras de Dalayn, ambos muy serios.
-¿Que se supone que estas haciendo?-la mire severo

- Estoy haciendo telequinesia con las manos... Sabes que antes sólo podía mover cosas con los ojos, pero cuando conocí a Drezan me di cuenta de que ahora también podía hacerlo con las manos... Además, he lanzado por lo menos 100 explosiones al mar - dije, también muy seria.

-Han sido 73, para tu informacion.....y me parece muy bien que tengas telequinesia, yo por ejemplo, a veces tengo promoniciones-Taern parecia enfadado-si quieres aprender, seguiras nuestras ordenes.
-Bueno Taern, tampoco es para tanto
-Si que es para tanto.....no solo de magia vive uno, hace falta disciplina y concentracion, persistencia y paciencia....tu no demuestras tener ninguna de esas cosas

- Pues tú tampoco tienes ninguna paciencia, así que de eso no puedes quejarte.

Me volví hacia el mar y seguí haciendo las malditas explosiones.

Taern iba a replicar. Yo sabia como eran sus replicas.
-Dejalo estar Taern....
-No me da la gana.....¿Pero que se cree?
-Venga-nos ibamos hacia la zona de pesca-es una aprendiz fuera de contexto, no le puedes pedir lo mismo q te pedian a ti.
-Pero sabes que es fundamental
-Si, lo se.....pero con calma

Pues hala, toda la tarde haciendo explosiones. Incluso cuando empecé a sentirme cansada, seguí apuntando circulitos al mar, hasta que ya fue demasiado y decidí dejarlo. Entonces miré el barril de agua y puse mis manos sobre él. Bajé la energía al mínimo, y la explosión resultó ser idéntica a la que había hecho Taern por la mañana. Satisfecha, me senté y comencé a comer algo de carne.

Taern y yo seguimos acumulando capturas. Ya teniamos dos cubos llenos.

Cuando piqué algo me acerqué a los dos.

- Intentad dejar algo en el mar...

La miramos.
-Si quieres comer bien, has de hacer una buena jornada de pesca.

- Ya, pero nosotros somos tres, y yo con dos me conformo. Ahí debe de haber al menos 30, y el pescado en un día ya no vale. ¿Pensáis comeros todo eso?

Asentimos.
-Ahora que podemos, vamos a comer hasta reventar-nos levantamos.
-Vedrick, hora de cocinar-Taern puso todos los peces en la cubierta-cuando quieras.
Me concentre. Murmure una forumula, y aparecio un circulo rojo que circunscribio la zona de los peces. Despues una columna de fuego aparecio. Duro unos segundos. Cuando desaparecio, olia a pescado asado. La cubierta estaba intacta.
-¡A comer!

"Osos", pensé.

Agarré uno de los pescados y empecé a comer. Realmente estaba bueno...

Comiamos a una velocidad de espanto. Pronto los peces ya no eran tantos

Al final acabé comiéndome tres, pero ni uno más. Parecía algo a punto de explotar.

- ¿Cómo podéis comer tanto? Es antinatural... no puede caber tanto ahí dentro - dije, señalando a sus estómagos.

Nos aclaramos la voz y hablamos al unisono
-Somos antinaturales-seguimos comiendo lo poco que quedaba

Asentí mientras me ponía la capa y me acercaba a la baranda de popa. De nuevo oscurecía y el aire empezaba a refrescar. El este ya estaba completamente negro.

Despues de comer, Taern y yo empezamos a hablar sobre los viejos tiempo, ya reirnos a carcajada limpia. Sin duda eran unos momentos felices

Sus risas me parecían muy lejanas... oía la de mis primos, mis amigos... una noche, sentados junto a una fogata... también nos reíamos, del pasado, del presente, del futuro... Allí, al otro lado del mar, estaba el reino de Sáyarot, al que dudaba que fuera a regresar algún día. La añoranza me dolía, la melancolía nublaba mis sentidos... sólo sentía el viento azotando mi cuerpo. Tenía que dejar de mirar hacia atrás, de volver al pasado. Todo eso se había perdido. Ya no me quedaba nada de aquello, y tenía que librarme de los recuerdos.

Di la vuelta y bajé las escaleras hasta el pequeño camarote que había en el barco, donde Taern habría dormido la noche anterior. Me acosté en una de las camas y permanecí allí en silencio.

Estuvimos un poco mas hablando, y despues baje al camarote. Taern se quedaria arriba. Abri la puerta con cuidado.
-¿estas bien?......

Me di la vuelta sobre el lecho y sonreí

- Sí, no te preocupes. Cosas de niña melancólica, pero estoy bien. Sube y sigue divirtiéndote con Taern. Yo voy a descansar un poco.

-Taern ya estara durmiendo......tiene un don. Se duerme al instante....pero si quieres te dejo-me di la vuelta

- Puedes quedarte, si quieres. Creía que Taern seguía despierto, no pretendía echarte.