Camino al norte de Rinnmain

MI mano izquierda se tenso sola. Me agarre mi brazo artificial
"Relajate.....relajate"

Eso habia sido un regalo

Creía que al dejar el aro me sentiría mejor, pero no era así. Era como abandonar lo único que me quedaba de Vedrick, y aquello me quemaba por dentro, pero intenté dejar a un lado la angustia y parecer imperturbable.

El enano no tardó en regresar, aquella vez solo.

- Podéis pasar - anunció.

Sonreí para mis adentros y avancé, pero Xavheri me retuvo un momento por el brazo.

- ¿Qué pretendes? - quiso saber.

- Xavheri, hay cosas que es mejor que no sepas. Puedes quedarte todo lo que quieras, pero eres libre de marcharte cuando te apetezca. Hasta ahora siempre has sido libre de hacerlo y te agradezco que me hayas acompañado hasta aquí. Pero no preguntes lo que no puedo contestarte.

Me liberé de su brazo y seguí a los enanos por las montañas hasta internarnos en un túnel.

-Bien enanitos...veamos a ver que es lo que pasa-me concentre y el mismo suelo me absovio, internadome en los tuneles

Los enanos nos cundujeron por túneles serpenteantes y oscuros, hasta los confines de la montaña. No era la Cordellera de Zafiro sólo porque el río Zafiro naciera allí. Lo comprobamos a lo largo de un ancho túnel, donde las paredes brillaban azules bajo la luz de las antorchas.

Al final llegamos a una amplia cueva, donde no se veía el techo y apenas los extremos. Nos dieron un pequeño tentempié y nos hicieron esperar varios minutos. Cuando el enano volvió a aproximarse le pregunté:

- ¿Y bien?

- Tú puedes venir. Tu amigo se queda. Puede irse cuando guste o puede quedarse a entrenar, como prefiera.

Miré a Xavheri y le eché una mirada agradecida.

- Gracias por todo Xavheri - nos dimos las manos.

- Volveremos a vernos, espero.

- Espero - contesté, aunque no estaba muy segura.

- Hasta pronto, entonces.

- Adiós, Xavheri.

Me levanté y seguí al enano hasta otro túnel.

- Tengo que vendarte los ojos hasta que los Argemt estén seguros de que eres de fiar - me comunicó, sacando un pañuelo del bolsillo. No me convenció mucho, pero lo dejé hacer. El enano, que aún no me había dicho su nombre, me condujo a ciegas hasta que nos detuvimos. Entonces pude quitarme la venda. Estábamos en una cueva más pequeña que en la anterior, aunque igualmente grande. Los zafiros resplandecían por doquier. Frente a mí, una puerta de exquisitos metales y decoración se alzaba con maestría.

- Puedes pasar - me anunció.

Puse mis manos sobre las dagas y avancé con decisión hacia la puerta, que se abrió para dejarme paso, y me interné en lo desconocido.

"En torre OScura no saben nada del tipo ese"
"Bien, entonces es que no esta fichado"

Segui a Dalayn en la oscuridad. Ni los enanos se percataron.

A mediodía ya me había aprendido varios hechizos y decidí dar por terminada la jornada de estudio. Lo cierto es que me estaba aburriendo un poco. El silencio era inquietante.

- ¿Qué? - le pregunté a Vedrick -. ¿Preparándote mentalmente para un baño en la playa? Acuérdate que la última vez nos dejaron a medias...

-Si......pero esta vez tenemos compañia....aun no me fio de el-me quede callado un rato-¿Me harias un favor?.....habla con el. Indaga.

Asentí.

- ¡Ey, Khandar! ¿Conoces algún hechizo para pasar el rato?

Mrio a Dalayn.
-Claro que si.....vengo de una familia de magos. La pregunta es ¿Sabes tu alguno?-sonrio

- No mucho, no soy bruja. Pero siempre me han gustado los magos. En Sáyarot no abundan, a no ser que sean poderosos. Ya sabes, los sacerdotes no ven con buenos ojos la magia. Y nunca he oído hablar de los Rys.

Su risa aumento.
-La verdad es que no creo que tu hayas oido hablar de muchas familias de hechiceros-la miro un rato-me recuerdas a la confidente que tuve hace ya bastante tiempo.

- ¿Y eso por qué? ¿Qué ocurrió con ella?

-Bueno. Yo la queria muchisimo. Era una chica extraordinaria. Un dia una sierpe la mato...-ahora no sonreia-te dare un consejo. No te alejes de Vedrick. Por que si no estas bajo su proteccion, moriras, y el sufrira mucho-recupero la sonrisa-a mi me paso

Las manos me temblaron.

- No es lo mismo... quizá yo tenga métodos de defensa con los que ella no contaba. Pero tranquilo - miré a Vedrick con ternura -, no pienso separarme de nadie.

Se encogio de hombros.
-Como sea.......jeje....a ver, enseñame algo q sepas de magia

- Oh, casi nada ahora mismo - le dije, haciendo un ademán con la mano. Al instante siguiente Khandar estaba en el suelo y yo me reía.

-Muy graciosa-se rio el tambien-pero eso no es magia.....¿eres telequinetica?.....que bien

- Sí, de nacimiento.

Cerré los ojos y me concentré en las palabras que acababa de aprender, colocando las manos de la manera en que se describía en el libro. Cuando terminé, sentí fluir la energía y al abrir los ojos una pequeña llama surgía de mi dedo índice.

-Permiteme que te ayude-señalo con el dedo a la llama. Una brisa levanto polvo del suelo. La llama aumento del tamaño y ardia con intensidad renovada

Cerré la palma de inmediato, el fuego se disolvió y me acarició sin quemarme.

- No es mucho.

-¿Tienes afinidad con alguna magia elemental? ¿Sabes lo que es la magia elemental? ¿Que magias conoces?

- Alto, alto, alto... - ¿y se suponía que iba a interrogarlo? parecía al revés -. Esta mañana es la primera vez que he tocado un libro de magia. No he sabido nada de ella en 17 años, así que no corramos. Pero la magia elemental es la propia de cada elemento. Fuego, tierra, aire, agua...

-Eso es. Pero hay mas magias.

- ¿Entonces por qué dejaste que te llevaran con los Ocultistas? ¿No podías haberte ido, simplemente?

-¿A que ha venido este cambio de tema?.....oh, ya veo.....Vedrick te manda de coballa...jajaja......muy bien. Pregunta lo que quieras