Afueras de Rinnmain

Aparecimos cerca de un camino, la vegetación había cambiado un poco y más allá se veía una enorme ciudad, debía de ser Rinnmain, lo había conseguido.

Cai de golpe en una tierra dura, no se que habia pasado, de golpe Xodryel desparecio y me encontre atrapado en una especie de nada, me levante corriendo y me puse en guardia lanzando estocadas para todos lados, creyendo que xodryel me habria llevado a algun lado, pero al ver a daenerys tambien tirada en el camino paré

-Que cojones a pasadooooooo ?????????!!!!!!!!! - dije muy alterado

Me levanté y miré a Valeryon, parecía que se hubiera vuelto loco.

-Nos hemos teletransportado- dije simplemente.

¿que? ¿teletransportado??- estaba muy confuso- ¿como?

-Estábamos con Xodryel, y yo he cogido y nos he teletransportado- uff... y lo qué me había costado.

-Y si puedes teletransportarte porque vamos andando?? no seria mas facil teletransportarnos a velearia??- dije yo

-No puedo teletransportarme a largas disitancias, sobretodo si viene alguien conmigo, esto ha sido una salida de recurso, además ni siquiera he podido entrar dentro de la ciudad.

-aaaam.....- aquello era comprensible- bueno, es verdad, entonces mejor que nos escondamos no?? xodryel se habra pillado un cabreo de mil demonios por haber huido, y sus represalias se hacen notar en muxos km a la redonda- señale al sur, donde se estaba formando una enorme tormenta con muxos truenos

-Bien, vayamos cuanto antes a la ciudad, con suerte nos podremos alojar en alguna posada- dije esto y busqué a Araélfi, lo encontré junto a un árbol comiendo hierba, monté en él y salimos galopando hacia la ciudad.

Habiamos llegado a tierra hacia un dia. Parecía haber una ligera evolución en mi entrenamiento.
Cogimos pocas provisiones. Ahora que estabamos de nuevo en el continente, no sabía que hacer.

Caminamos evitando la ciudad.
-Los demás no habrán llegado aún hasta esta zona. Esperemos que si que hayan organizado un pequeño ejercito al menos.
-Viajaremos hacia el sur. Seguro que empezaremos a oir rumores, ¿No crees, Beleren?
Asentí.
-Espero que estén todos bien.