Camino central

Negue con la cabeza.
-Pero puede que nos podamos ocultar

- Entonces vayamos.

Giré las riendas de Khenhènann y nos dirigimos hacia las montañas, intentando buscar algún camino que nos hiciera subir.

Segui a Dalayn, por inercia. Realemente estaba practicamente incosciente. Estaba reventado.
"Animo Vedrick"
"De esta no salimos.....mierda"
"Vamos, estoy yo"
"Mi cuerpo no soportara otro cambio"
"..................."

Empezamos a bordear las montañas, intentando hallar un paso. Estaba totalmente agotada, los ojos se me cerraban por momentos. Pero tenía que seguir despierta, tenía que seguir despierta...

Miré hacia atrás. Vedrick me seguía a poca distancia. Estaba aún peor que yo.

- Será mejor que duermas un poco. Yo llevaré las riendas del caballo.

La mire. O eso intente. Cai desplomado en la silla.

- ¡Vedrick!

Paré a Khenhènann, que se encabritó un poco y me hizo soltar un quejido de dolor. Me acerqué al caballo de Vedrick y lo miré con ternura y a la vez con angustia. Su cuerpo se elevó hasta que lo tuve entre mis brazos. Cogí las riendas del otro caballo y seguí bordeando la montaña. Dos lágrimas limpiaban mi rostro conforme descendían por mis mejillas.

Todo estaba oscuro. Corria en medio de la nada. Una eternidad. Frente a mi, una luz. Se transforma. Aparece un ser humanoide. Es alto. El pelo negro, hasta la mitad de la espalda, de la que surgen unas alas de piedra. Sus brazos, recubiertos de puas. Su pecho, con una extraña piedra en el centro.
-¿A que temes?
-A nada.
-Entonces....que te retiene
-Mi temor
-¿A que temes?
-A mi
-No debes de temer
Abro los ojos, asustado.
-Para Dalayn

La noche transcurrió poco a poco, al amanecer abandonamos el camino central para adentrarnos en las montañas.

Paré la marcha y lo miré. Su cabeza descansaba en mi regazo.

- ¿Qué ocurre?

Me libere de su abrazo y me puse en pie. Estaba mejor, y no sabia por que.
-Avanza tu. Yo me quedare aqui. Te quieren a ti. Pero ellos no pueden detectar tu presencia. Si nos han seguido hasta aqui, es por que sienten a Sabaath, igual que yo siento a sus elementales....si vas sola no te pasara nada-iba a protestar pero la calle con un beso-me reunire contigo en la cima....vamos......tienes un cuarto de hora como mucho

- Ten mucho cuidado. Si no estás conmigo en menos de una hora, volveré a bajar, ¿entendido?

Me puse la capucha para ocultar las lágrimas y puse a Khenhènann al galope. Al poco rato encontramos un pequeño sendero que subía. Me interné por él, sin dejar de mirar atrás.

Eso estaba mejor.
"Veamos lo seguro que estas Sabaath"
"Ya veras como todo sale bien"
"No vuelvas a hacerlo"
"¿Lo que?"
"Lo de hablarme en sueños"
Espere a que llegasen los dichosos ocultistas

Llegamos a unas rocas. La temperatura había descendido mucho. Estaba rendida. No podía moverme, y el caballo tampoco. Bajé con cuidado, aunque la espalda me seguía doliendo. Oculté a Khenhènann tras unas rocas desde donde se veía sendero, pero donde no podían verme. Apoyé un lado de la cabeza en la dura piedra. Recé una pequeña plegaria a los dioses.

No tardaron en llegar. Eran los cuatro que nos llevaban siguiendo estos dias. Dos elementales de agua, y dos de rayo. Todos de alto nivel.
-Pense que no llegariais
Se quedaron en silencio, signo de que se estaban preguntando donde estaria la chica.
Se prepararon para combatir.
-Que predecibles
Silencio
-No os da verguenza.....cuatro contra uno
Silencio
-Muy bien-me puse en guardia
Silencio.
Cinco minutos despues los cuatro se habian transformado. Signo de que querian acabar rapido conmigo e ir a por Dalayn, a la que no tardarian en encontrar transformados.
Comenzo mi transformacion. En principio todo bien, incluso algo mas rapido de lo normal. NOtaba todo. Los tatuajes extendiendose, los huesos saliendo por los codos...todo bien....hasta que me di cuenta de que era yo quien estaba pensando....que mi cuerpo habia cambiado, pero mi alma no. Estaba paralizado.
"MIerda......mierda....un colapso.......sabia que no era buena idea"
Una inmensa tormenta electrica surgio en el oscuro cielo, bombardenado con sus letales rayos la zona. Toda la montaña quedo castigada

Off: Perdon por el Spam.

Me mire las manos. Los brazos. El pecho. Todo. Mi ropa habia desaparecido. Surgi de entre el humo de los impactos electricos. Una gran piedra roja brillaba en mi pecho. MIs hombros, protejidos por unas hombreras de roca, al igual que mi cintura y piernas. En mi espalda unas alas de piedra habia hecho de escudo contra los rayos. Ni un solo tatuaje. Multiples puas salian de mis brazos.
"Pero que...." No era Sabaath quien pensaba, tampoco Vedrick. La libertad sabia bien.
MIre a mis rivales. Asustados.
" Me gusta"
Me lance a por ellos.

Minutos después estábamos en el lugar donde había dejado a Vedrick. Pero él ya no estaba. Sólo los cuerpos de dos de los ocultistas yacían sobre las rocas, y el caballo de Vedrick.

Me quedé parada en el sitio, sin ser capaz de moverme. Un frío intenso me recorrió la columna y me paralizó. La culpa se abatió sobre mí como un mazo. ¿Qué había hecho?

Un rugido....o algo similar. Cai hacia el suelo como un meteoro. Forme un crater.
Me levante. Eso habia dolido. Mire hacia arriba. El asqueroso de es era bueno. Saabath no hubiese podido con el.....pero yo no era Sabaath. Mis alas aumentaron de tamaño preparadas para volar de nuevo....entonces me percate de la presencia que habia tras de mi.

A pesar de las lágrimas que me ocultaban la vista, no pude dejar de distinguir la forma que se alzaba ante mí. La miré con temor. No era Vedrick. Ni Sabaath. Y, al parecer, tampoco uno de los otros ocultistas. Entonces, ¿quién era?

Ni siquiera hice amago de coger la espada. Sabía que se me caería de entre las manos. Estaba demasiado cansada. Sólo quedaba esperar a que aquella criatura actuara.

Mire a la mortal. Desde luego no habia ni un solo humano puro por estos lares. Su estado fisico era lamentable. Lance una perversa sonrisa. Me enderece y .....un relampago surco el cielo, atravesando mi hombro izquierdo y arrasando en linea recta conmigo, el camino. La mortal se salvo por los pelos. Mire con furia a mi agresor.
-Ahora estoy contigo preciosa...jajaja-mi voz era gutural y perversa. Bati las alas una sola vez. Una nube de polvo salio del suelo y yo sali volando hacia el elemental de rayos. Cuando estuve a su altura, tuvo lugar una batalla, no muy elegante, pero espectacular. Finalmente, el elemental se estrello contra una pared rocosa y yo me encarge de arrancarle la cabeza.
Volvi de nuevo con la mortal.....sin duda era curiosa...ademas, habia residuos suyos en mi memoria.

Había tenido problemas para controlar a Khenhènann durante el tiempo que duró la batalla, pero cuando aquel ser se posó delante mío, el caballo se encabritó de tal modo que caí al suelo, aunque por suerte la herida no volvió a abrirse. A pesar de haber dormido un poco, estaba igual de cansada que antes, o quizá aún más. Había olvidado lo que había descubierto, y en el suelo sólo podía pensar qué era esa cosa, y dónde estaba Vedrick.

-Relaja a tu caballo, mujer.....-sonrei-..o tendre que hacerlo yo.........-aprete el puño. No sabia quien era, pero sabia que habia deseado ser libre hacia mucho tiempo-dime...en que año estamos y que es este lugar??

Mi respuesta fue automática, sin ninguna tonalidad.

- Año 325 desde la partición de territorios. Estamos en las montañas de Kenzerabierth, al oeste de Perelín.

Me levanté, temblorosa, y sujeté a Khenhènann, intentando que no se moviera.

- ¿Quién eres tú?

-Que mania teneis los mortales con querer saberlo todo......no hace falta nombre para definirme....soy quien soy....y punto-me quede pensando. El aire era agradable..hacia mucho que no lo sentia-Kenzerabierth.......no recuerdo ese nombre...hacia donde queda norte mujer??

Evité su pregunta. Sabía que si se lo decía se iría. Formulé la pregunta que los últimos minutos no dejaba de rondarme la cabeza.

- ¿Dónde está Vedrick?

Sonrei.
-¿Eso es lo que te corroe por dentro eh?.....jeje....Vedrick esta a salvo gracias a mi-amplie la macabra sonrisa. Mis afilados dientes entraron en escena-esta dentro de mi....por decirlo de alguna manera