Beyond the wall No es oro todo lo que reluce, ni toda la gente errante anda perdida. |
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| Camino Real | |
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Dalayn
Cantidad de envíos : 6405 Edad : 32 Localización : Con la mente en otra parte... Fecha de inscripción : 05/02/2008
| Tema: Camino Real Vie 02 Ene 2009, 22:16 | |
| Seguí al ejército durante todo el día, hasta que volvió a acampar poco antes del atardecer. Fue entonces cuando busqué a Ryan a través del colgante, pero me dijo que comiera algo, que por la noche tendría noticias suyas.
Así que, aunque me aburría, preferí no ir a cazar, sino comerme los restos del día anterior y esperar a que a Ryan le diera la gana de contactar conmigo. Cuando lo hizo, no lo escuché a él, sino a las mismas voces que yo había escuchado la noche antes.
- ... ¿Y cómo van los progresos con el niño? - Muy bien, mejor de lo esperado. Es muy probable que podamos usarlo antes de lo previsto. Y eso me lleva a la siguiente cuestión. Tenemos motivos para pensar que la Maldición se encuentra en Sáyarot. Hemos oído rumores de la presencia de una burja en los alrededores del bosuqe, aunque no está claro si es ella, así que hay que ser precavidos. - ¿La Maldición? Creía que para las profecías era "la Salvación" - dijo el subordinado con una risita, pero luego se hizo el silencio -. Está bien, señor. Pero creíoa que estaba en el Desierto Rojo... como los Caminantes lo atacaron hace... - Sí, pero según mis informes - lo interrumpió el que parecía estar al mando - la chica no iba con ellos. Es posbile que esté aquí y no quiero complicaciones ni filtraciones a los Caminantes. Esos idiotas no tardarán en caer - se hizo una pausa -. Neutralizad a la chica y llevadla a la Torre, pero no la lastiméis... Y, sobre todo, mantenedla alejada del niño. No deseo que descubra que es su sobrino hasta el momento indicado, ¿entendido? - Sí, Borkmel. Entonces, a los hombres les...
- ¿Sabes de qué niño están hablando? - dijo otra voz. Esta vez era Ryan, y supe que su preocupación por su hijo era más poderosa que su curiosidad. Sin embargo, no podía contestarle. Era demasiada información junta. Los Ocultistas me llamaban "la Maldición", Vedrick y los chicos habían atacado en el desierto, y ellos tenían al niño en la Torre, a mi sobrino... - ¿Dal? ¿Estás ahí? - Sí, sí, perdona. ¿Qué decías? - El niño del que hablaban. No puede ser el mío. Yo no tengo hermanas ni conozco a nadie que se pueda hacer llamar "la Maldición". Creo que deberíamos buscar en otro sitio. - No. Esta gente trama algo, y hay que saber qué es. Regresa. Iremos a esa Torre y veremos a ver qué pasa. A lo mejor allí averiguamos algo de tu hijo, ¿de acuerdo? - Está bien - contestó tras una pausa -. Regresaré en cuanto pueda.
PD: Me aburro... como te llevo unos días de ventaja, hago como que ya habéis atacado, que si no no avanzamos. | |
| | | Dalayn
Cantidad de envíos : 6405 Edad : 32 Localización : Con la mente en otra parte... Fecha de inscripción : 05/02/2008
| Tema: Re: Camino Real Vie 09 Ene 2009, 22:49 | |
| Había dos días de camino desde donde nos encontrábamos hasta el límite de Sáyarot con Perelín. Y más allá, se encontraba la Torre Fronteriza. Así que en cuanto Ryan y yo volvimos a reunirnos, partimos con nuestros caballos sin perder ni un instante, en plena noche. | |
| | | Dalayn
Cantidad de envíos : 6405 Edad : 32 Localización : Con la mente en otra parte... Fecha de inscripción : 05/02/2008
| Tema: Re: Camino Real Dom 11 Ene 2009, 00:14 | |
| La segunda noche paramos a descansar, aunque ya era noche cerrada. Ryan empezaba a preguntar por qué tanta prisa, y los caballos estaban exhaustos. Sabía que tenía que decirle que éramos hermanos, pero no encontraba el momento.
Estábamos lo suficientemente lejos de todo como para atrevernos a encender una pequeña hoguera que nos protegiera del frío. Yo apenas tenía hambre, pero me forcé a comer algo. Todo estaba en absoluto silencio, hasta que Rai habló.
- ¿Sabes? Mi hijo tendría ahora 6 meses y...
Le puse una mano en el hombro he hice que me mirara.
- No te atormentes más. Lo encontraremos. Te lo prometo.
"Aunque no sé en qué estado", pensé, pero no se lo dije.
- Gracias, Dal. No sabes cuánto me alegré de encontrarte. Tú siempre has sido mejor que yo en estas cosas. Y he estado tan solo últimamente. Si no hubieras aparecido, yo...
De repente, me lo encontré sobre mí, besándome. Lo aparté de un empujón y le grité:
- ¿Se puede saber qué haces?
- Besarte.
Bufé. - Ya, eso ya lo he visto. Lo que quiero saber es por qué demonios lo has hecho.
- ¿Cómo que por qué dem...? ¿Qué pasa? ¿Ahora no puedo besarte? Dijiste que había mejorado con la edad.
- ¡Eso no tiene nada que ver! ¡Tú no lo entiendes!
- ¡Pues explícamelo entonces!
- Yo... yo... ¡oh, Rai, siempre lo complicas todo! - me levanté y me alejé de su lado.
- ¿Qué yo lo complico todo? ¡Eres tú la que siempre acabas complicándolo todo!
- ¿Yo? Mira, Rai, mejor dejamos la conversación, ¿de acuerdo?
- ¿Ves? Ahora quieres dejarlo... siempre haces lo mismo.
- No quiero discutir, Ryan, así que mejor cierra el pico. Me voy a dormir.
Cogí un par de mantas y me fui al lado de Khenhènann. Dejé a Rai murmurando y me tendí en el suelo. Me dormí pronto. Tenía cosas que hacer. | |
| | | Dalayn
Cantidad de envíos : 6405 Edad : 32 Localización : Con la mente en otra parte... Fecha de inscripción : 05/02/2008
| Tema: Re: Camino Real Dom 11 Ene 2009, 17:36 | |
| Puede que fueran unos minutos, quizá horas, pero a mí se me antojó toda una eternidad. Se suponía que tenía la suficiente afinidad con Vedrick como para encontrarlo a él o a Saabath entre millones de puntitos durmientes, pero había registrado toda la Tierra del Ocaso tantas veces que ya no sabía cuantas. Y en ninguna de ellas había hallado ni rastro de ninguno de los dos.
Había visto fantasmas, habitaciones oscuras, playas soleadas, mentalidades tan diversas como gente hay en el mundo, pero ninguna era la que buscaba. Empezaba a preocuparme. Cuando perdí la cuenta de las veces que había registrado la zona, expandí el área de busqueda también por todo Kenzerabierth, pero no había manera. "No pueden moverse tan deprisa en apenas unos días. Ni siquiera corriendo sin parar. Aunque quizá... si usaron los pájaros de Khandar..." A cada minuto que pasaba la búsqueda se complicaba cada día más. Era una locura registrar cada zona del mundo, pero ¿qué opción me quedaba? Tenía que saber si estaban bien, tenía que avisarles del ataque a las dríades, tenía... por mucho que tratara de no pensar en ello, tenía que saber si Vedrick estaba a savo. Pero por mucho que busqué y busqué, no podía percibirlo ni a él ni a Saabath. "Quizá ninguno esté durmiendo ahora", intenté convencerme para calmarme, pero no era un consuelo. "¡Debería haberle dejado el colgante antes de marcharme! ¡Eres una idiota!"
Había decidido volver a echar un vistazo por el Desierto Rojo, cuando sentí una mano sobre mi muñeca y abrí los ojos de inmediato. Una mano me tapó la boca. Intenté zafarme, pero era más fuerte que yo. Intenté lanzarlo hacia atrás, pero no funcionaba. ¿Por qué no funcionaba?
"No, otra vez no"
Me inmovilizaron las manos contra la espalda. Ante mí había 3 ocultistas, otro detrás de mí y Ryan. Pero él no estaba atado ni nada por el estilo. Estaba de pie, detrás de uno de los ocultistas, como un perro faldero, y me miraba fijamente.
- ¿¿Qué has hecho, idiota?? - Lo siento, Dal. Yo no quería, pero es la única manera. Sólo así me devolverán a mi hijo.
Me quedé sin palabras. Me había traicionado. Por una mentira. ¿Cómo podía haber estado tan ciega?
- ¡Eres un completo imbécil, Rai! ¡No te van a devolver a tu niño! ¡Sea lo que sea lo que están haciendo con él, no van a devolvértelo! ¡Eres un idiota!
- Será mejor que te calles esa boca - dijo el que me sostenía las manos.
- Eres tú el que debería estar callado.
Le propiné una patada y me soltó. Agarré mi espada, que estaba en el suelo, y herí al que estaba delante de Rai. Sabía que no tenía nada que hacer contra ellos, pero Ryan era otra cosa. Llegué hasta él y le arranqué el colgante de un tirón, pero los demás ocultistas volvieron a sujetarme y me quitaron el arma.
- Eres muy escurridiza. Pero esto se acabó. Nos vamos a la Torre. Duerme.
Un pañuelo me cubrió la boca. Intenté no respirar mientras forcejeaba, pero finalmente tuve que hacerlo, y a los pocos segundos el mundo se desvaneció a mi alrededor. | |
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