El Camino del Este

Cabalgamos durante cuatro días. Íbamos a un paso cómodo, más bien lento, bebíamos de los pequeños arroyos y comíamos de las frutas de los árboles. Mi anterior caballo estaba acostumbrado y me extrañó que este lo hiciera tan pronto. Se notaba que los soldados tenían buenos caballos.

Una tarde, mientras nos preparábamos para dormir en un pequeño claro, se había sentado a mi lado.

- ¿Qué pasa? ¿Necesitas descansar? Ya somos dos, chico... Esto es agotador... pero pronto volveremos a casa... o a lo que queda de ella... - suspiré -. Por cierto, había que ponerte nombre, ¿verdad? A ver, deja que te mire...

El caballo era completamente negro salvo por una fina línea blanca en el lomo y unas manchas del mismo color en las patas. Lo acaricié con suavidad.

- ¿Te gusta Khenhènann? - el caballo relinchó cuando le pasé la mano por la cara -. Espero que eso sea un sí. Te sienta bien. Khehènann.

Y desde entonces el caballo tenía nombre, aunque en una situación como aquella no resultaba de mucha utilidad. Una banda de ladrones nos tenían rodeados.

- ¿Qué hace una dama tan sola por estos caminos?

- ¿Sí, qué hace? ¿Han abandonado a tan linda flor?

- Aléjate de mí si no quieres que te traspase - le dije con tranquilidad.

- ¡Vaya, la chica sabe luchar!

- Eso habrá que verlo. Las damas no luchan. Huyen despavoridas.

- Cuando veas el acero el que huirá serás tú, listillo - le contesté.

- Eso ya lo veremos.

Todos se echaron a reír y fueron acercándose poco a poco. Al menos eran nueve. Tenían arcos, lanzas, cuchillos y el jefe una espada. Empecé a elaborar una estrategia mental rápidamente...

Habia detectado a los ladrones antes de verlos. Deje a Daenerys atras para evitar que la hiciesen daño
"Nos es util".
Cuando llege, las ratas tenian a una chica acorralada.
"Es la de antes"
Me acerque con la capucha bien puesta.
-Iros de aqui-mi tono no era muy potente, pero lo suficiente para que me oyeran.
Todos me miraron. Ninguno contesto. Sabia que mi aspecto inspiraba temor. No era por que fuera feo, o demoniaco, sino por que imbuia ese sentimiento, ni mas, ni menos.
-¿Y por que deberiamos de obedecerte?-uno valiente. Pero ya no tenia el ingenio que habia demostrado con la chica.
Me acerque mas, Sardinilla estaba tranquila.
-No lo repetire.
Se pertrecharon para la lucha. Yo no tenia armas, no me hacian falta.
-Sea.
Me puse entre la chica y los bandidos y me baje la capucha. Huyeron despavoridos, gritando incoherencias.
Me puese la capucha de nuevo, y me diriji a la chica.
-Ya estas a salvo.
Regrese a donde estaba Daenerys.

¿qué hacía el aquí? ¿y de dónde había salido aquella chica?

- Mmm... gracias... pero no necesitaba ayuda. Podría haberme encargado de ellos yo sola - sonreí.

Entonces me acordé de la capucha. Bueno, ya no tenía remedio. Me habían visto la cara.

Pare a Sardinilla.
-Confias demasiado en ti. Ten cuidado, esta vez eran vulgares ladronzuelos.....otra vez........no.
Me baje la capucha, para asegurarme de que no se me viera.
-Veo que vas al este.....si ves, te puedes unir a nosotros.....cuantos mas, mejor.
"Eso es Vedrick, cuantos mas mejor"
-Callate-se me escapo, aunque fuese en voz baja.

- Oh, no te preocupes por mí. Me he enfrentado a tipos peores. Aunque eran menos - reí -. Bueno, no es que vaya al este. La verdad, no sé dónde ir. Debería hablar con algún contador de historias o algo parecido.

Khenhènann relinchó, molesto. Le di unos suavecitos golpes en el lomo.

- Y vosotros, ¿a dónde vais?

-Sodden. Tengo trabajo alli. Una vez llege, esta "caravana" se desara....a no ser que tengais trabajo para mi.

- Si sabes como salir de aquí, te hago un contrato. Jajajaja. ¿Y puedo preguntar qué trabajo es exactamente? - pregunté mientras manteníamos el trote. Mi caballo parecía inquieto, aunque no así el de los otros dos.

Sonrei, aunq no se me viera.
-El hecho de que no sepas mi trabajo, significa que no me necesitas. Sin embargo, si te saco de aqui....¿me harias un favor?

Aquello me dio un poco de mala espina. Sentía una extraña confianza hacia ese tipo, pero había algo en él que me resultaba extraño, aunque no sabía qué era exactamente.

- ¿Tú sabes cómo salir de aquí? Me habían dicho que era imposible... que todo el que entra no sale. ¿Acaso tú no eres como la gente normal?

Me acomde en Sardinilla.
-Estoy haciendo de escolta. Claro que se salir de aqui. De hecho, un poco mas adelante es donde tengo que hacer un trabajillo. Hay me cobrare tu favor.
"Que caballeresco Vedrick"
"No te pongas ironico, sabes que no te aguanto"
"Por eso lo hago"
-Y no, no soy normal. Avancemos, no es bueno estarse quieto. Yo ire delante.

Negué con la cabeza.

- Aún no te he dicho que fuera a hacerte el favor. Además, primero tienes que sacarme de aquí, ¿recuerdas? - Khenhènann volvió a relinchar -. ¿ey, qué te pasa? Tranquilo - le di unos suaves golpecitos en el lomo y me volví de nuevo hacia el hombre -. ¿Y cómo es eso de que no eres normal? ¿Eres mago o algo por el estilo?

-¿Mago?.....a saber de donde vienes...no soy mago....nada que ver. Pero soy...mm....especial. Y si quieres que te saque, me haras ese favor. No te preocupes, seguro que ademas sirve para saciar tu curiosidad
"eso vedrick, para sacira su curiosidad....jejeje"
"calla, q estoy negociando"

- JAjaja. De donde yo vengo tampoco hay magos... al menos que yo sepa... sólo aparecen en las historias... ¿Y en qué consiste ese favor exactamente?

FDR: ¿Qué pretendes?

-Muy facil. Entraremos en el bosque y tu te quedaras quieta. Mirando. Sencillo. ¿aceptas?


Off: uuu......sorpresa

- Me cuesta quedarme quieta - sonreí, divertida -. Además, ¿qué clase de favor es ese en el que no hago nada, solo mirar? - en ese momento me vino algo a la cabeza -. Por cierto, ¿cómo hiciste para espantar a todos esos landronzuelos?

-Eres demasiado curiosa.....la curiosidad es mala. En mi trabajo no se permite la curiosidad. Tu solo di si aceptas el trato que te propongo....salir de aqui a cambio de que te estes quieta en medio de un bosque por la noche.

Era un tipo extraño, sin ninguna duda. No me fiaba de él. Pero, de momento, era lo único que tenía para salir de aquella selva. Recordaba perfectamente cómo había entrado. En poco me quedo atrapada allí. Y quedarse quieta en medio de un bosque por la noche no era tan complicado... aparentemente.

- Sí, siempre me han dicho que soy demasiado curiosa. Pero aquí estoy, a pesar de todo - aunque eso no me había librado de meterme en problemas. Así había sido mi corta vida -. Quizá acepte el trato cuando lleguemos al bosque.

-No. No voy a acompañarte un trecho para q luego me digas q no aceptas. Ahora, o te vas sola. Seguro q los bandidos vienen, fijo que con compañia. Si estoy yo, seguro q no.

- Ya te he dicho que podría encargarme de esos tipos perfectamente yo sola -pero no podía arriesgarme a que alguno escapara y diera mi descripción -. Está bien. Pero primero tienes que prometerme que luego me sacarás de aquí.

-Mi palabra es ley. Si yo digo q sales, es q sales. Y ahora, en marcha. Esta noche llegaremos a una posada, un poco basta, pero buena. Daenerys se quedara alli, tu te vendras conmigo. Vamos.

No me gustaba su tono. Pero no tenía más remedio que obedecer. Seguramente, cualquier otro, estando en mi lugar, ya hubiera salido corriendo. Sin embargo, aquel hombre me intrigaba... su comportamiento no era habitual y percibía algo extraño en el... un poder oculto... Y, para mí, la curiosidad podía más que la desconfianza.

- ¿Y ese favor tiene algo que ver con tu trabajo?

-Sin tu ayuda, me costaria mucho mas terminar mi encargo.
Incite a Sardinilla a que apresurara el paso, queria acabar con esto cuanto antes.

- ¿Y eso como lo sabes? No me conoces de nada, no sabes quién soy... ¿cómo estás tan seguro de que podré ayudarte?

Hice que Khenhènann apresurara también el paso, para ponerme a su nivel. Cada vez que hablaba me intrigaba todavía más.

PD: Vuelvo en un rato

-Muy sencillo.....por que eres humana, o al menos humanoide....lo cual es lo mismo.

El tema estaba empezando a resultarme demasiado siniestro. Aquel tipo me daba mala espina, seguro que tramaba algo y parecía querer utilizar a la chica, y quizá también a mi... pero no... no lo haría... Seguimos cabalgando y yo me mantuve en silencio, como siempre suelo hacer... a la espectativa.