Vhirendärsil

-Si no creyese en ellas, me volveria loco. Por que lo dices

- Es que... ¿no resulta un poco... no sé... raro... todo esto? Encontrarnos en la misma posada, separarnos, reencontrarnos de nuevo, una y otra vez... ahora resulta que Ackazoe es uno de los elementales de los Caminantes... No sé, para mí es demasiada casualidad.

-Si, es posible. Pero no quiero buscar otra respuesta. Me da igual. Lo que me importa es que estes aquí.

Le sonreí.

- Ojalá pudiera ser tan despreocupada como tú

-Deberias de empezar a serlo. Ciento y pico años preocupandose por todo son muy tediosos

- Bueno. Tengo la esperanza que podamos solucionar esto pronto para poder preocuparme sólo de ti nada más.

-Jajaja, eso si que te va a dar problemas-me quité la parte de arriba de mis ropas-hace en clima agradable en esta isla

- Sí. No hace frío. Se está bien - sonreí -. Generalmente la que da problemas soy yo, no tú. Tú sueles solucionarlos.

-Bah. No te creas eso. Soy bastante problematico. Pero bueno, que se le va a hacer ¿no? Tal vez debieramos de descansar. Tanto entrenamiento puede pasar factura

- No estoy cansada. Es parte del entrenamiento. Ni siquiera tengo sueño.

-Te estas haciendo mayor ¿eh? jajajaja....ahora empezarás a pasar horas en vela, como yo. Ya verás que agrada...un momento. Ven conmigo-me volví a vestir y salí de allí.

Tardé un segundo en reaccionar. Luego lo seguí todo lo rápida que pude.

Llegué al claro. Allí estaba Hyouma.
-Pensé que nunca vendrías a dar clases nocturnas. Oh, veo que tambien te sigue Dalayn
Me di cuenta que el termino ver era muy relativo en Hyouma.
-Tenemos algo que preguntarte...algo sobre la zona a la que me mandaste esta tarde.

Hyouma nos invitó a sentarnos, y yo me acomodé en el suelo. Iba descalza, pues no me había dado tiempo de ponerme las botas.

- La energía era uniforme, excepto en un punto. Ahí la energía era tan grande que he tenido que cerrar el flujo porque pensé que me mataría. Luego Saabath ha podido abrir una brecha... y ha aparecido un árbol. Estaba casi seco. ¿Sabes lo que es?

- Mmm... es posible. Pero no está en mi mano deciros qué es. Sólo puedo deciros que no volváis si no se os llama. No conseguiréis ver más de lo que habéis visto por la fuerza.

-Hyouma, podré verlo ¿verdad? con tus ojos.
Hyouma me miró con los ojos cerrados.
-Eso espero. Es parte del entrenamiento. Pero dime, Dalayn ¿Que te arrastró a ir allí?

- Mmm... ya dije que un duende apareció la otra noche y me dijo algunas cosas... Cuando esta mañana me has dicho que Ackazoe era uno de los elementales de los Caminantes, decidí seguir su rastro. Y llegué hasta allí.

-Seguir duendes no es parte de tu entrenamiento. Podría ser peligroso. De hecho, mandé a Vedrick allí, por que podría ser peligroso. El Anciano habla maravillas de ti, pero no estás preparada para muchas cosas. Asi que se paciente.

- ¿Entonces cómo explicas que el duende supiera que Ackazoe es un elemental de luz?

Calló durante un rato. Por fin se decidió a hablar.
-Eso demuestra que ese personajillo es más de lo que aparenta. Procura tener cuidado en el futuro. Y bien, Beleren ¿entrenamos?

- Creo que yo hablaré con Ryan un rato.

Me aparté y me senté al pie de un árbol.


EDITO: mensaje 14000 señores wiiiii

-Bien, Beleren. Mejoraremos la técnica. Concentrate e intenta ver la energía que corre por mi interior. Su densidad es menos, asi que te costará más.
-Bien.

Rápidamente me puse en trance. Encontré a Ryan y me puse a contarle lo que había acontecido en aquellos días, mientras él me informaba de la situación en el Castillo. Estaba muy contento con Khandar. Me alegré por él.

Me concentré al máximo, pero no veia nada extraño. Hyouma estaba sentado delante de mi, y lo veia normal. Nada de energía.
-Vamos...vamos, asi no es suficiente.
¿Como sabrá lo que hago si no me ve? Sacudí la cabeza. Concentraté.

Ryan quiso saber después todo sobre los elfos. Le gustaban las historias. Así que le conté mi primera visita a los elfos, y cómo eran ambas ciudades. Pasamos media noche así, hasta que lo tuve que mandar a descansar por fin.

-Tendré que darte un empujón...¡Kokujou!-extendío sus dedos hacía mi. Al instante noté como una especie de hilos me ataban y me hacían caer-te voy a liberar. Te estaré atacando hasta que los veas. Y no te confies, si me aburres haré que te corten en pedacitos.