Vhirendärsil

Sentí removerse la energía, pero nada cambió. El árbol no aparecía.

- Creo que no es cosa del árbol. El árbol es la fuente de energía, pero no quien la maneja. Está hecho a prueba de elementales, por lo visto.

-Nadie está hecho a prueba de elementales-me senté en el suelo. Ningun arbolucho me iba a tomar el pelo-no me gustá, pero tendré que dejar al árbol sin energía un rato. El suficiente para que se vea lo que se tiene que ver sin que muera-volví a señalar-ahora cortaré el flujo.

Sentí que la energía se expandía, e intenté de nuevo penetrar en el hechizo. Esta vez lo conseguí por más tiempo. Una brecha se abrió, y ante nosotros surgió un árbol enorme, ancho como una catedral, que parecía formado por cientos de ramas enrevesadas entre sí, nudoso y corpulento. El bosque surgió alrededor, lleno de vida, como el que habíamos dejado atrás. Pero el árbol parecía seco y muerto.

- ¿Qué es eso?

-Humm...no lo sé. Estos elfos se dedican a experimentar con la naturaleza. Si este bosque permanece oculto, será mejor dejarlo así. No te gustará contradecir a los elfos

La brecha volvió a cerrarse, y el árbol desapareció, pero yo seguí mirando el punto donde se había alzado momentos antes.

"Cuidado con lo que acecha en el bosque..." recordé.

Aquel arbol me daba mala espina.

- Será mejor que nos marchemos, sí.

-Te dejo con Vedrick. Pasear no es uno de mis pasatiempos favoritos. Si no hay nada util que hacer...paso

- Jajaja. ¿Tanto tiempo sin pasear y no te gusta tomar un poco de aire fresco?

-Sinceramente, he respirado aire fresco una eternidad. Ahora mismo, si tengo que hacer algo, que sea entretenido-bostecé-nos vemos Dalayn-mi piel se volvió lava y se replegó.

Sonreí a Vedrick.

- Creo que Saabath está un poco aburrido de la eternidad. Al parecer le gusta más la acción.

-Que me vas a contar. Tu no le aguantas todas las noches. Le gustaría que hubiese problemas a todas horas...pero, que se le va a hacer

- Me cambio por él un rato. Seguro que le parece más interesante.

Empezamos a desandar el camino de vuelta a nuestro cuarto, pues ya era noche cerrada.

-Habrá que preguntar a los maestros que es ese bosque ¿no?

- Supongo.

Me di cuenta de que no había vuelto a abrir el flujo de energía, así que empecé de nuevo a hacer lo que me había mandado el elfo.

- ¿Qué tal con Hyouma?

-Excelente. Me cae muy bien. Es un tipo serio, pero cercano. Además, me gusta como enseña.

- Me alegro.

Llegamos a nuestro cuarto. Me quité las botas y me senté en la cama.

- Al parecer, sólo queda un Caminante más.

-Eso parece. Aunque no se si podemos contar con Hyouma. No se si el Anciano le dejará salir de la isla.

- Ni siquiera sabemos qué va a pedirnos a nosotros... yo tampoco contaría con Hyouma.

-Mañana deberías de hablar con el Anciano de esto.

- Lo haré. El bosque, el pago... mañana toca charla... Con Jein... si es que no me rebanana la cabeza antes, claro.

La miré con interés.
-¿Ha intentado algo grave? Solo dimelo, dejará de ser un problema

- No quiero que la mates, Vedrick. No pretendo crear un conflicto. Simplemente, Nerhïndwen nos ha puesto a luchar por las mañanas para que yo aprenda a pelear y hacer magia a la vez con soltura. Y, bueno, me falta bastante práctica, eso es todo.

-Eso espero, que solo sea falta de practica.

- Está resentida. Es normal. Lo que no sé es qué vamos a hacer para salir de aquí, con ella detrás todo el rato.

-En eso pensaremos más tarde. No creo que sea muy dificil librarse de ella.

- Vale. Pero sin violencia. Estoy cansada de tanta sangre... y lo que queda.

Suspiré.

- ¿Crees en las casualidades?