Camino al norte de Rinnmain

Coji mi espada y di un paso al frente, poniendo frente a el y empezando a concentrar mi poder en la espada k mi buen amigo dragon me regalo

-No te creas que te sera tan facil, no morire en silencio en una cueva - dije sonriendo - solo dime porke se me acusa, de que soy culpable??

Carraspee. Supongo que solo habian pasado unos cuantos meses desde que la conoci. Para mi habia sido mucho mas.
-No estoy en disposicion de contestar. Solo hago mi trabajo. Son ordenes-me puse en guardia-si no te vas no puedo prometerte seguridad...puede que sufras daños-señale a Daenerys. Empecemos Valeryon-salte hacia el.

Me lanze hacia delante mientras veia por el rabillo del ojo como daenerys tambien atacaba a mi lado, paré la enbestida de vedrick y volvi a atacar rapidamente por el costado que le kedo al descubierto

Su espada choco con mi brazo izquierdo. Las vendas se quemaron por el efecto de su poder. Mi brazo quedo al descubierto. Del color de la madera seca, y lleno de runas iluminadas. La espada era incapaz de perforar o dañar el brazo. Agarre la espada de Valeryon con la mano izquierda y alce su brazo, dejando su pecho al descubierto. Embesti con mi hombro contra el, cortandole la respiracion. Mientras con la mano derecha señalaba a Daenerys.

Tuve que pensar con rapidez y frialdad, cuando vi que me señalaba con la mano realicé un hechizo de defensa y me libré de su ataque, de momento no intenté ayudar a Valeryon, sabía que podría valerse por sí mismo.

En el instante en que vedrick vacilo al defenderse daenerys posé mis manos sobre el suelo, aquello nunca lo habia probado, lo habia leido en el libro de mi padre, pero no sabia si iba a funcionar, al posar la manos dige unas palabras en vos baja y un monton de xispas inundaron el suelo en direccion hacia vedrick, cuando llegaron hasta el lo rodearon y y lenguas de fuegos salieron del suelo para atraparlo

Sonrei.
-Interesane-junte mis manos y las llamas se apagaron-pero no funcionara. Yo soy la tierra misma. Nada funcionara si la utilizais como conductora de vuestra magia-hice unas señales con los dedos-Doton, Yumi numa (elemento tierra, pantano del inframundo)-el suelo se empezo a ablandar, llenandose de pegajoso y denso cieno. Pronto, los dos quedaron casi sumergidos en la pringosa sustancia, atrapados.

Al ver como empezabamos a hundirnos, me concentré y realicé un hechizo, de repente el cieno ke nos rodeaba quedó completamente congelado y un instante después se rompió en pedazos.

Mire a la chica.
Magia de hielo. Era bueno saberlo.

despues de librarnos de aquella trampa del atacante, hize otra runa en el filo de la espada, que hizo que creciera mas de un metro y se incendiara con llamas y descargué la espada sobre vedrick, con todas mis fuerzas, aquello no lo pararia tan facilmente

Me incline un poco hacia el suelo. Di una palmada
-Doton: Doryuuheki-un inmenso muro de rocas surgio del suelo. Su objetivo no era protegerme, sino destrozar a Valeryon. El muro se alzo justo debajo de sus pies. AL crecer impacto de lleno en el menton de mi victima. La espada cayo al suelo.

Vaaaa!!!! mi reacción fue inmediata, lance un hechizo a Vedrick que lo dejó paralizado, me acerqué rápidamente a él y lo cogí por el cuello, mientras murmuraba un hechizo para mis adentros. Pronto pude notar como un frío gélido y letal penetraba en su cuerpo a través de su garganta...

-Vete de aquí- dije desafiante.

Sonrei.
-Hechizo paralizador.......ridiculo

"Saabath.....informa"
"Auras de proteccion al maximo. He desviado la energia del aura de regeneracion a la fuente de proteccion fisica y antimaldiciones"
"Mi estado"
"Bien.....aun te queda bastante energia magica. Ahora se regenerara mas lentamente....pero no hay problema"
"¿Y ellos"
"TU tecnica de desgaste no le hace mucha mella.....pasa al ataque"
"Bien"

La figura de Vedrick se deshizo en barro al contacto con el metal.

Apareci varios metros a la derecha.
-Aaaa.....hechizo de reemplazo.....muy util no crees?

El golpe me dejo un poco aturdido, pero nada que no hubiera pasado antes, me recupere rapido y fui al lado de daenerys, ahora tenia una idea nueva, coji a daenerys y le hizé una runa en la frente, al segundo supe que habia funcionado porke un aura azul la rodeó, despues me la hize a mi en mi frente, luego me volvi hacia daenerys y le dije:

-Aunque te parezca raro, deja que te pegue, que descargue sobre ti toda su furia, este hechizo que te he lanzado, hace que todo el poder k descargue sobre ti, se vuelva contra el, ahora que haga lo que quiera- y los dos nos volvimos hacia el desafiantes, volviendo a la carga

-Runas, runas y mas runas....pareces un caballero de la muerte-sali de la cueva.
"¿Que vas a hacer Vedrick?"
"La avalancha"
"Gasta demasiado......no te arriesgues"
"Esa puta runa de refraccion nos puede dañar bastante....."
"Muy bien"
"Desvia la energia del aura antimaldicion y resitencia fisica a el aura de regeneracion"
"Hecho"

Unas marcas empezaron a invadir mi cara. Mis ojos se volvieron dorados.

-Ryuusa Bakuryuu (avalancha del desierto)-una sombra aparecio a mi espalda. Aproximadamente 1000 toneladas de arena se precipitaban en forma de enorme ola sobre la cueva. De hecho, un area bastante extensa quedaria sepultada bajo la arena.

Las montañas que antes había frente a nosotros ya se situaban a nuestra izquierda, y seguíamos rumbo sur por aquel camino apenas transitado. Xavheri se había pasado la mayor parte del día preguntando que adónde íbamos exactamente, y si eran aquellas las montañas, porqué seguíamos por el camino. Al final, harta ya de tanto secretismo, le dije que la entrada estaba por el sur, junto al nacimiento del río que bajaba hasta el lago.

Lo cierto era que, aunque llevábamos casi dos semanas de viaje, se me habían pasado muy rápidas. Xavheri era un buen compañero de viaje. Siempre gastando bromas, siempre riendo, había conseguido dejar a un lado la angustia y el dolor. Pero sólo por el día. Dormir era un auténtico suplicio. Sí, los poderes se habían terminado y, con ellos, el control de los sueños. Ahora no veía cosas reales, sino que la misma realidad se distorsionaba en imágenes tan dolorosas que al despertar siempre tenía lágrimas en los ojos. Xavheri siempre intentaba hacerme sentir mejor y nunca decía nada, y yo se lo agradecía en silencio.

Recordar aquello hizo que se me erizara la piel, y un escalofrío recorrió mi espalda hasta que sentí una mano sobre mi brazo.

- ¿Estás bien?

Abstraída como estaba, no lo había visto acercarse. Sus ojos expresaban su preocupación, pero su boca sonreía, y yo le sonreí a su vez.

- Sí, sigamos. ¿Te hace una carrera?

- ¿Una carrera? ¿Con ese bicho que llevas debajo? Estás loca – contestó socarrón.

- ¿Qué pasa? ¿Le tienes miedo a mi yegua o qué?

- ¿Miedo yo? Parece mentira que no me conozcas… yo te lo digo porque vas a perder, y no me gusta humillar a las damas como vos.

Puse los ojos en blanco.

- Entonces no tendrás problemas. Hace mucho que dejé de ser una dama.

Clavé las espuelas y Minarësse salió disparada como un rayo, empezando a rodear la pequeña pero alta cordillera. Escuché el grito de frustración de Xavheri detrás de mí mientras nosotras seguíamos volando hacia el horizonte.

-Sabaku Taiso-la arena se comprimio hasta formar una sustancia impenetrable. Mis dos victicmas seguian en la cueva, que ahora era una trampa para ratones. Estaba sellada hermeticamente por mi arena. Moririan en un dia o asi.....falta de oxigeno

"Seguramente se liberen"
"Ya lo se Saabath"
"No te entiendo"
"Si los de la sede quieren peces....q se mojen el culo...yo no les voy a hacer el trabajo sucio"
"Ya veo"
"De esta forma parecera que he vencido, pero es obvio que no sera asi......un par de estas mas, y el plan sera un exito"
"Eso espero"

Me aleje de alli.

Habíamos casi rodeado la cordillera ahora corriendo, ahora andando, dejando descansar a los caballos. Al final, nos habíamos tendido en la hierba en el ocaso, habíamos comido y ahora contemplábamos las estrellas en lo alto.

Yo había conseguido aislarme en una constelación, pensando solo en las estrellas, cuando Xavheri rompió el silencio.

- ¿Al final qué pasó con tu primo?

Lo miré, al principio sin saber de qué hablaba. Cuando comprendí, sonreí.

- Jajaja. ¿Todavía estás con eso? Sólo fue esa noche, y dos veces más hasta que llegamos al poblado. Cuando mi padre se enteró, lo cambió de grupo.

Sus carcajadas resonaron en la noche.

- ¿De verdad? Me hubiera encantado conocer a tu padre. Hubiera sido divertido. Quizá, si no hubieras elegido a tu primo... - me acarició la mejilla con el dorso de la mano.

- Xhaveri... - lo detuve -. No sigas por ahí. Las cosas no han cambiado.

- ¿Ah, no? A ver: no está tu primo, ni tu padre... ni nadie más. Sólo tú y yo, ¿me equivoco?

Callé. Sí, había alguien más. Alguien que no debería estar. Alguien a quien intentaba hacer desaparecer. Pero la magia se había escapado incluso de mi mente, y las cosas no se evaporaban tan rápido como una quisiera.

- ¿Entonces? - insistió.

- Las cosas no son como parecen, Xavheri. Han ocurrido muchas cosas. No puedo...

- Shhh - me puso un dedo sobre los labios -. Lo sé. Déjame que te ayude. Hasta ahora no te he fallado, ¿verdad?

- Xavheri...

- Shhh - me silenció con un beso, y yo no tenía voluntad para rechazarlo. Me acarició el pelo y su mano descendió hacia mi cintura, atrayéndome hacia sí. Rodeé su cuello con mis brazos y me dejé llevar sin pensar, olvidándome de todo... de "casi" todo.

Mi cabeza empezó a dar vueltas, y las estrellas aparecieron bajo mis ojos cerrados. Podía oír las olas chocando contra el casco del barco, aunque sabía que el mar estaba a kilómetros de donde nos encontrábamos, que no había tal barco, que aquella piel, el olor, el sabor, las caricias, los besos, esa mirada...

"Vedrick"

Las caricias y los besos cesaron, y yo abrí los ojos.

Xavheri me miraba fijamente, y yo supe lo que había pasado. Había pronunciado su nombre demasiado alto. Demasiado... Y supe que me había estado engañándome a mí misma todo aquel tiempo, que a pesar de las risas, aquello seguía guardado esperando para salir... y explotar.

- Lo siento - susurré, la voz quebrada. Di media vuelta y me levanté corriendo, abrochándome el único botón que no seguía en su sitio. Olvidé las armas, el caballo, todo... sólo quería correr, como si con eso pudiera dejar el mundo atrás. No podría volver a mirar a Xavheri a la cara...

- ¡Dalayn! ¡Dalayn! - su voz sonaba lejana, llamándome, cada vez más lejos.

Las lágrimas corrían por mis mejillas y apenas visualizaba el suelo. Sorteaba los árboles por instinto, y ni siquiera me di cuenta de que mi carrera deceleraba a causa de la arena que cubría la hojarasca. Tropecé con una rama baja y tuve que saltar para evitar la caída. Seguí corriendo hasta que no sentí las piernas. La voz de Xavheri había desaparecido hacía rato. Sentía los rasguños que me hacía al chocar con los troncos. Cuando fui consciente de la arena que se colaba por las botas, me las quité casi sin parar, y seguí corriendo, hasta que volví a tropezar y caí sobre aquel mullido cojín. Aproveché el parón para secarme las lágrimas y, llena de rabia, golpeé el suelo con el puño. Al sentir cómo se hundía la mano, histérica, golpeé el tronco de un árbol, agarrándome a él para incorporarme.

Seguí andando, más cansada del llanto que de correr. Me dolía el pecho, pero no de respirar. Al final, cuando noté que no tenía fuerzas para seguir moviéndome, me dejé caer sobre la arena.

En ese momento, pareció que el mundo se hundía a mi alrededor, y un instante después me vi mirando hacia las estrellas, metida en un agujero de varios metros de profundidad, con arena cayéndome encima. Sólo entonces fui consciente de lo extraño que era encontrar aquello en un bosque al pie de una montaña. Pero no me paré a pensar más. La arena no dejaba de caer, y yo agarré una raíz que sobresalía para ayudarme a ascender, pero no aguantó mi peso, y cuando llevaba unos pocos metros, se rompió y caí de nuevo, con tan mala suerte que el tobillo se me torció. Hice un gesto de dolor, e intenté escalar de nuevo, pero el pie me dolía y no podía agarrarme bien. La arena seguía subiendo rápidamente, y me llegaba la por la cintura, aun estando de pie, y yo no conseguía alcanzar el borde. Opté por la única opción que me quedaba, aun a sabiendas de que quizá fuera mejor morirme ahogada ahí abajo que ver a Xavheri. Con un poco de suerte, él estaría lo suficientemente lejos para oírme y, a no ser que hubiera alguien cerca...

- ¡Xavheri! ¡Aquí abajo! ¡Ayúdame! ¡Xavheri!

La arena me llegaba ya hasta el pecho, y el instinto de superviviencia pudo más que las ganas de morir. Intenté utilizar los poderes, elevarme en el aire, pero no sentía ni mi propia energía. Nada.

La arena me llegaba al cuello cuando volví a gritar, esta vez más desesperada.

- ¡Xavheri!

"¿Lo has oido?"
"Esta en la zona de arena....."
"Extraño, no detecte ninguna presencia antes de la avalancha"

Corri hacia el lugar de donde venian los gritos.
No tarde mucho en llegar. Vi el agujero y alguien en su interior.....o al menos parte de alguien

"Esa voz....."

COncentre mis energias y la arena fue elevandose y apartandose del cuerpo del ser atrapado alli. Cuando el agujero estaba vacio, me tire dentro para rescatar al accidentado.....esperando que estuviese incosciente o algo.....mi sorpresa fue mayuscula

Cuando me sacaron, empecé a toser y a echar arena, intentando volver a respirar.

- Gracias - balbuceé boqueando - ¿Quién...?

Alcé la cabeza para mirar al que me había rescatado, y sentí que las piernas me fallaban. Un agujero se abrió en mi estómago y tuve que hacer un enorme esfuerzo para no caerme.

- Tú...

Escondi mi brazo izquierdo......ya que no llevaba vendas. Incline la cabeza un poco, para que la capucha escondiese mi lado izquierdo de la cara.....ya que no habia tatuajes.
"Estupido"
Eran estupideces...pero no queria que viese los cambios.

-Disculpa Dalayn.....lo de la arena ha sido culpa mia....debi de asegurarme antes de.....bueno....perdon-hacia mucho que no la veia.....demasiado tiempo. Su olor seguia siendo el mismo, pero su esencia...habia cambiado-eh.....

Intenté disimular la expresión de dolor que cruzaba mi rostro. Todavía no me recuperaba de la sorpresa. No conseguía articular palabra. No sabía qué decir, qué hacer. No estaba preparada para aquello, no en esos instantes. ¿Pero qué demonios hacía allí?

La situacion era realemente incomoda.
-¿Te acompaño a algun sitio?

"¿QUE?"
Eso habia sido estupido, y sobraba.

- Ja.

Era lo primero que salió de mis labios. Entonces mi mente empezó a funcionar a toda pastilla. Y todo lo que había pasado por mi mente en las últimas semanas escapó de mi boca.

- ¿Bromeas? ¿Después de lo de Torre Oscura? No me lo puedo creer. No puedo creer que sigas siendo tan cínico. Soy idiota Vedrick, pero no tanto. Ya no.

La mire. Sonrei. Levante los brazos.
-Pues adios.....-camine lentamente, alejandome de ahi-yo no elegi nada, tu tampoco....las cosas suceden...pero siempre puedes buscar culpables