Camino al norte de Rinnmain

Off: Pues paciencia.....que....bueno, ya te cuento

ON:-Falta de entrenamiento?? ahora veras-empece a besar todo su cuerpo con ternura, mientras mis manos, mas picaronas, acariciaban su calida piel

Un gemido escapó de mis labios.

- Voy a tener que meterme contigo más a menudo...

OFF: No digas esas cosas que me entra la curiosidad...

Estubimos un buen rato los dos a solas.....pero claro.....las cosas nunca salen como uno espera. Khandar aparecio

-Pareja, a moverse....que hay gente cerca

- ¡Mierda! - se me escapó. Por suerte estaba oscuro, pero sabía que los Ocultistas veían bastante bien en la oscuridad. Busqué a tientas la camisa y los pantalones mientras salía a regañadientes de entre los brazos de Vedrick.

Me termine de arreglar
-¿Y bien?.....¿Donde anda la compañia?
-A un par de kilometros de aqui...no tardaran en llegar
-Un par de kilometro.....¿Has explorado?
-Que va....pero han usado magia potente...de localizacion y teletransporte supongo. Si vienen varios, al menos uno estara algo cansado...es ventaja ¿No?-Khandar sonrio

Khandar me lanzó las cosas una vez que estuve arreglada y empecé a colgarme las espadas y el cinto.

- ¿Y bien? ¿Qué hacemos? ¿Son Ocultistas?

PD: dice esta gentecilla que se alegran de que te guste y que le hagas un marco XD El Isaac dice que ya te pillará, ya... ^^

-Lo mas seguro es que si.....
-Tranquilidad-interrumpi a Khandar-estamos de mision....vamos a...por unos magos. Dalayn nos esta guiando. Si cuela, no hara falta un conflicto. Ante todo, calma y disimulo-empece a andar

Lo seguí con los músculos tensos y preparados ante cualquier imprevisto. Avanzamos entre los árboles. Habían ramas rotas en algunos sitios y pude localizar en el tronco de un árbol la marca de un filo. "Esto no han podido hacerlo los Ocultistas".

No sabía qué pensar, ciertamente. Pero toda resolución y capacidad racional se vio anulada cuando los árboles se fueron estrechando y de repente se abrieron para dejar a la vista un gran claro. Había varias cabañas de madera, restos de fogatas... y un aunténtico desastre. Cacerolas esparcidas por el suelo, telas, ropas, trozos de barro y cerámica... Y, em el centro y sobre una pequeña pila de cadáveres, una cabeza clavada en una pica. sobre ella, un cartel rezaba: "Se advierte a todo el que pise nuestros bosques. Ateneos a las consecuencias".

Me quedé de piedra. Sólo una imagen llenaba ahora mi cabeza. Habían pasado seis meses, pero seguía allí, viva, lacerante, dolorosa. Mis piernas temblaban tanto que no podían moverse ni avanzar. Era consciente de que me había quedado retrasada, pero qué más daba. No podía apartar la vista de la pila de cuerpos ya sin vida.

Mire hacia atras y vi a Dalayn parada. Le hice una señal a Khandar y este fue junto a ella, para vigilarla. Avance para detectar posibles atacantes

Sentí una mano frotando mi brazo que me devolvió a la realidad. Khandar esbozó su sonrisa sempiterna.

- ¿Estás bien?

- Sí, sólo... alejémonos de aquí, por favor.

No sólo lo decía por mí. Minäresse también estaba inquieta por el olor a sangre, incluso más de lo habitual en un caballo. Los elfos no solían acostumbrar a sus animales al olor, al parecer.

Khandar me acompañó hacia un lado del claro, dándole la espalda a la pila de cadáveres, y de repente se puso tieso y apretó mi brazo con más fuerza.

- ¿Qué...?

- Shhh. Mira.

Me señaló un sitio que quedaba a nuestra izquierda, en el borde de los árboles. 3 siluetas aparecieron con las capuchas sobre la cabeza.

Me puse la mano en el pecho y saque un colgante. Una pluma dorada colgaba de el.
-Parece que te tendre que estrenar-mire en direccion a Khandar

Sujeté a Khandar. Había que esperar. Yo tampoco estaba para luchar. Me mareaba por momentos debido al hedor de los cadáveres. Tendrían que tener unas cuantas horas.

- Vaya, ¿más Ocultistas? ültimamente estoy pensando enq ue vamos de mal en peor - dijo a sus compañeros el que iba delante -. ¿Desde cuándo se necesitan 5 Ocultistas y una confidente para eliminar a una pandilla de elfos oscuros? ¡Eh, vosotros! - se dirigió a nosotros, en especial a Vedrick, ya que juraría que tenía su mirada puesta en él -. ¿Qué os trae por estas tierraS?

-Simplemente estamos de paso.....no queremos problemas. Tenemos un encargo. No molestaremos

El tipo calló unos instantes, y luego asintió.

- Ya me extrañaba a mí que hubiera tanta gente para un puñado de elfos descarriados. Y sólo porque llevan dos archimagos - escupió sobre la pila de cuerpos -. Bobadas. Será mejor que os larguéis de aquí si no queréis que se os echen encima. No tienen muy buen humor. Y se esconden como zorros al acecho. Y calmad a la yegua si no queréis que os oigan - les hizo un gesto a sus compañeros -. Anda, vamos, a ver si los pillamos de una puta vez.

Aprete la pluma en mi mano.
-Vamonos chicos....dejemoslos trabajar

Me apoyé en Minäresse para evitar caerme y dejé que me guiara entre los árboles mientras salíamos de aquel grotesco lugar. La yegua también parecía apreciar mi contacto, pues estaba más tranquila.

Cuando me pareció que estábamos lo suficientemente lejos, me separé un poco del animal para apoyar la espalda en el tronco de un árbol y cerrar los ojos, intentando que la suave brisa helada de la mañana me despejara la cara. Todavía tenía el hedor en las fosas nasales, y mi estómago rugía. Di gracias por no haber desayunado nada. Seguramente, mi estómago hubiera seguido vacío de todas maneras después del espectáculo.

Me acerque a Dalayn.
-Cálmate. Ya pasó.

- Lo sé. Lo sé - respiré hondo -. Lo siento. Supongo que después de tanto tiempo debería ser capaz de controlarme. Sólo que no estaba preparada para eso. Lo siento. No volverá a ocurrir.

En realidad me sentía un poco avergonzada. Nunca me había gustado parecer tan débil, tan frágil. Pero a pesar de mis palabras seguía temblando.

- Anda, abrázame.

La abracé con gusto.

-No te preocupes, no pasa nada. Descansaremos un poco. Aunque será mejor estar atento, los elfos oscuros acechan.

Parecía que el aroma de su piel conseguía terminar de diseminar el revoltijo que tenía en la boca del estómago. Sonreí trémulamente sobre su pecho.

- Ya estoy mejor. Gracias.

Puse su cara entre mis manos.
-Bien-sonrei-cuando quieras, continuamos

- Estoy bien. Podemos irnos - me alcé de puntillas y lo besé tenuemente en los labios -. Antes de que esos elfos oscuros quieran patearnos.

-Tendran que pasar por encima de mi-Khandar se acerco
-Y de mi.

- Y de mí, por supuesto - mi voz ahora era dura y áspera -. Larguémonos. Quiero ver a Drezan, y todavía quedan unas semanas.

Y seguimos caminando por el bosque.

Caminabamos en silencio, atentos a posibles sorpresas desagradables