Río del Norte

Noté un tinte de enfado en su voz. Me giré para mirarla.

- Vedrick y yo nos conocimos hace dos meses, si es eso lo que quieres saber. Lo demás, ni yo misma sé cuándo empezó. Las cosas surgen poco a poco, y uno no se da cuenta hasta que se le cae el mundo encima. Por eso no puedo decirte nada, porque ni yo misma lo sé.

-¿ Como decir que os guia el instinto o algo asi?

- Sí, supongo que más o menos es eso.

-Entonces mas o menos entiendo vuestra postura

Anochecía ya cuando Drezan y Taern se volvieron a unir a nosotros, y fue entonces cuando decidimos parar a orillas del río, entre unos árboles.

-Descansemos un poco. Mañana sera un dia duro

Comí un poco de pescado. La verdad es que estaba buenísimo, pero no tenía apetito. Tenía demasiadas cosas en la cabeza. Dedicí darme una vuelta antes de acostarme, pues entonces tendría que hablar con Drezan, y no se me daban muy bien las despedidas, así que me fui a dar un breve paseo por la orilla del río.

Me tumbe en el suelo y mire al cielo. La noche estaba despejada y agradable. Suspire, y me quede alli, relajado.

La luna llena se reflejaba en las aguas ondeantes del río. La luna llena. La misma luna bajo la que mi madre dio a luz hacía ya dieciocho años. Con todo lo que aquello implicaba. Todavía no terminaba de creerme todo lo que estaba pasando en torno a mí. Era como si le estuviera pasando a alguien que no era yo.

Estuve bastante rato contemplando el cielo mientras dejaba que la brisa remolineara a mi alrededor, como si de esa manera pudiera llevarse todos los pensamientos que atenazaban mi corazón. Después regresé con los demás, sentándome junto a Vedrick.

- ¿Ya estás de mejor humor?

Suspire
-Supongo que si.....aunque algo confuso.....espero que la nueva nos ayude...-volvi a suspirar-quiero que todo esto acabe

Me acurruqué a su lado y lo besé levemente en la mejilla.

- Yo también, Vedrick, pero -bajé la voz hasta confundirla con el arrullo del viento - si no sabe nada, la estás poniendo en peligro y, con el poder que tiene y por extensión, también a nosotros.

-Pero necesitaremos a un sustituto para Drezan. Tu eres poderosa, pero no tienes experiencia. Taern no tiene poder en absoluto. Si yo me paso de la raya, aparece el bicho ese....

- ... y decide utilizarla, no podremos hacer nada. No sabemos hasta qué punto Zoe controla sus poderes. Y como el bicho se interne en su mente... No sé, Vedrick. Eso de que pueda manipularla no me da buena espina -lo abracé mientras apoyaba la cabeza en su hombro -. Habrá que tener más cuidado.

Me quede pensando. Llegaria el momento de un enfrentamiento directo, estaba seguro. Ibamos a la boca del lobo. Necesitaria poder, potencia de fuego....y Zoe parecia tenerla. Suspire.
-Puede que os este llevando a una muerte segura.

- Pues entonces que así sea. Sabes que no dudaría en morir por ti. ¿Qué más da un riesgo más que uno menos? Al final lo que tenga que pasar pasará, y punto.

-No sabes lo que dices....la vida es lo mas bonito que hay. No deberias de morir por nadie..nunca. Lo mas valioso que tiene una persona es su vida.

Lo miré a los ojos.

- Ahora tú eres mi vida. ¿Por qué crees que elegí quedarme contigo en Sodden? ¿Acaso no te acuerdas de cuando me dejaste en las montañas de Kerenzabierth? Elegí estar contigo, con todas sus consecuencias, sean las que sean. Es mi elección.

La mire.
-Nadie habia hecho eso antes por mi. No se si estoy preparado para cargar con esa responsabilidad-volvi a mirar al cielo. Estuve asi un buen rato-te quiero

- Si alguien tiene que cargar con la responsabilidad, esa soy yo. Todo esto empezó por culpa mía, y si pasa algo, yo seré la única responsable. Así que no pienses más en eso - le acaricié levemente el rostro y sonreí -. Yo tambien te quiero.

Me quede alli quieto, mirando el cielo toda la noche

Me dormí abrazada a él, con la cabeza reposando sobre su pecho. Al poco de cerrar los ojos, el mundo de los sueños se abrió ante mí. Sentía la presencia de Vedrick, pero no allí dentro, y eso me hacía sentirme algo incómoda. No me fue demasiado complicado encontrar a Drezan.

- Mañana te vas.

- En cuanto amanezca, pequeña. Este es un buen sitio.

- ¿Y Zoe?

- No lo sé, no la conozco, no sé qué decirte. Pero si Vedrick la ha traído por algo será. Ten confianza.

- Eso es exactamente lo que estoy empezando a perder. La confianza en mí misma.

- Pues eso es lo que nunca debes perder. No importa lo que suceda, si pierdes la confianza en ti estás perdida, pequeña. Deberías saberlo.

- Pero es que... no estoy segura de lo que pueda pasar. No estoy preparada para cumplir esa profecía. ¡No sé cómo hacerlo! ¿Y si no lo consigo? ¿Y si no puedo hacerlo? ¿Qué...?

- Tranquila, tranquila - me interrumpió Drezan para tranquilizarme -. Lo que tenga que suceder, sucederá. Sólo tienen que darse la circunstancias. Escucha, el destino es muy complejo. Se modifica a cada instante dependiendo de las decisiones que tomemos. Si tú estás aquí y ahora, es por las decisiones que hemos tomado todos los que hay a tu alrededor, incluso tú misma. Un simple cambio y quizá las cosas serían distintas. Por eso no debes preocuparte. Es precisamente por esto por lo que se aconseja que los individuos implicados no conozcan las profecías. Pueden llegar a obsesionarse tanto por su cumplimiento que pueden llegar a volverse locos. Tú no tienes que pensar en eso. SI tiene que darse, se dará y si no, no será culpa tuya, ¿entiendes?

- Entiendo - suspiré.

- ¿Estás ahora más tranquila?

- Las he tenido mejores.

Me quede acostada mirando el cielo, ya me acostumbraba a esat asi cada noche desde que sali de aquel lugar.
<<¿Que mas me quedara por pasa?¿No me vas a decir donde me llevas?¿Porque has pasado tan pronto y no apareces?>>

Lo unico que obtuve...silencio.

Drezan y yo continuamos hablando hasta bien entrada la noche. Me contó cuál era el ritual de la fiesta y qué papel tenía él en todo eso. Mientras lo escuchaba, al mismo tiempo reflexionaba sobre un asunto al que le había estado dando vueltas los últimos días. Cuando acabó, le pregunté.

- ¿Recuerdas que me dijiste que los archimagos podían percibir los grandes cambios de energía, y que de esa manera os encontraban?

- Sí, lo recuerdo, ¿por qué lo preguntas?

- ¿Es posible que por esa circunstancia los Ocultistas nos descubrieran al llegar aquí?

- Am, ya sé lo que te preocupa. Tranquila, esta vez no será lo mismo. Primero, voy yo solo. Segundo, la energía propia del Abismo me atrae hasta allí. Siempre es más sencillo regresar, porque sé exactamente el lugar donde ir. Así que no creo que os descubran. Pero, por si acaso, quizá sería mejor que cambiárais un poco el rumbo y os dirigiéseis lo más rápido posible hacia el norte.

- Quizá. Lo hablaré con Vedrick por la mañana.

- Está bien. Ahora será mejor que descanses, pequeña. Mañana será un día duro.

- Que descanses tú también, Drezan - empecé a dejar la mente totalmente en blanco, olvidando cualquier pensamiento, cualquier presencia, pero no pude evitar que su voz atravesara mis sueños.

- Feliz cumpleaños, pequeña.

Y mi mundo interior se llenó de oscuridad.

Me levante bruscamente.
-Vamonos......¡Vamos!

Al levantarse me golpeé sin querer en el suelo y me costó unos segundos recordar dónde estaba, ya que no podía saber qué ocurría. Alcé la mirada y vi a los demás levantándose apresuradamente, así que yo no me quedé atrás. Me levanté corriendo, agarré mis cosas y esperé a que los demás estuvieran listos. Para entonces ya estaba totalmente despejada, y no hacía falta preguntar qué pasaba. Giré la cabeza hacia Vedrick y nuestras significativas miradas lo dijeron todo. Había que correr. Y mucho.