Barco hacia las Tierras del Ocaso

- Así no se puede estar de mal humor... supongo que acabo de encontrar mi medicina perfecta para mi mal genio.

-Me habian llamado muchas cosas, pero nunca medicina-sonrei alegre.

Me eché a reír.

- Cierto, yo misma te llamé doncella el otro día... jajaja. Bueno, pues nada, ya tenemos un nombre oculto para ti... uno que sólo conozco yo... qué interesante...

Mire al cielo nocturno. Plagado de estrellas. Sin querer me estuve un rato en silencio, pensando

Lo abracé, apoyando la cabeza en su pecho y siguiendo su mirada hacia lo alto.

- ¿En qué piensas? - le pregunté, volviéndome hacia él y acariciando su cuello con la nariz. Finalmente me detuve para mirarlo, esperando su respuesta.

-El ser humano no es mas que una irrisoria mota de polvo, y se cree lo suficientemente importante como para destruir, crear y modificar a su antojo....es algo ridiculo

Puse de nuevo la cabeza sobre su pecho. Sentía los latidos lentos y rítmicos de su corazón.

- No es tan ridículo. Yo pienso que es por eso mismo por lo que lo hace. Porque se siente insignificante y no lo aguanta, y por eso somete a los que son más débiles que él y modifica el entorno a su gusto, para sentirse importante.

Solte una carcajada.
-No sueñes.......tu no has conocido el mundo que he conocido yo. Nadie se pregunta por su existencia, nadie se pregunta si lo que hace es lo correcto. Al igual que los enanos, los elfos.....que toda raza racional, lo que hacen, lo hacen por egoismo y codicia. ¿Por que crees que los enanos excavan minas? ¿Por que crees que los elfos crean sus atalayas en los arboles? ¿y las ciudades de los humanos?...Todos intentan ser superiores, no por sentirse importantes, si no por egoismo....si yo soy mas poderoso que tu, te arrebatare lo que tienes...-sonrei amargo-despues, utilizaron la magia, y se creyeron dioses. Pero esos dioses tenian peligros naturales, pues aunque no lo quieran, son animales, racionales, pero animales. Asi que crean a los Ocultistas para no tener que manchar sus nobles manos con sus depredadores....No Dalayn, no sabes nada, por que tu has vivido en otro mundo, por que tu no eres una pieza perfectamente ideada.

No supe qué contestar. Comprendía cómo se sentía. Lo abracé y le di un suave beso en el mentón.

- Así son las cosas, cielo... Es el instinto de supervivencia, la ley del más fuerte. Tú no puedes hacer nada por cambiarlo, así que no te atormentes.

-Tu no entiendes nada.....no te culpo-me separe de ella-¿Crees que te persiguen por instinto de superviviencia?....no, no te persiguen para poder sobrevivir.....

Una vocecilla se quejó por aquella súbita distancia.

- Por supuesto que no me persiguen para poder sobrevivir. Yo no represento ninguna amenaza contra ellos... ¿Egoísmo? Lo más probable... a parte de todo lo que yo he dicho, lo que está claro es que la gente honesta no sobrevive... porque antepone otras cosas a ella misma, y eso es un punto débil... Por eso sólo quieren más y más poder... porque no tienen otra cosa. La gente se aferra a lo que posee, incluso a lo que cree que posee... y lo defienden contra lo que sea. Los que sólo tienen poder, los que sólo quieren poder, lo defienden a costa de lo que sea, porque es gracias a eso por lo que sobreviven, porque sin ese poder no son nada. Es una especie de instinto de supervivencia, es egoísmo... es todo.

-¿los estas defendiendo?

- ¿Cómo puedes decir eso? Mataron a mi familia, a mi gente, por causas que desconozco... me persiguen por algo que no entiendo... sólo tengo 17 años, ¡no puedo ser un peligro para nadie! ¿Cómo puedes pensar que los estoy defendiendo? El por qué hacen lo que hacen no está justificado de ninguna manera... no hay nada que les obligue a conseguir sus propósitos pasando por encima de los demás... hay muchas maneras de hacer las cosas y, desde luego, la suya no me parece la correcta.

Me quede impactado.
-¿solo 17 años?.....pense que tenias mas....-carraspee-...entonces apenas has vivido...apenas has visto...no creo que tu opinion este bien cimentada.

Aquello me molestó. Y mucho. Siempre me molestaba que dijeran que todavía no era lo suficientemente adulta como para hacer y hablar sobre ciertas cosas. Pero no me lo esperaba de él.

- Ah, entonces antes te parezco una mujercita y ahora soy una niña, ¿no? Y una niña no sabe ni donde tiene la cabeza, ¿es eso?

Me di la vuelta, dándole la espalda, tapándome con la capa. Me había vuelto el mal humor.

Volvi a mirar al cielo.
-Te encanta llamar la antecion ¿No?......simplemente aun te queda mucho por ver....te pongas como te pongas es asi...tu vida empieza ahora....no te molestes por que te lo digan.

- Claro, ahora me gusta llamar la atención - murmuré entre dientes. Estaba hasta el gorro de que me trataran como si fuera una cría. No sabía por qué había pensado que en aquella ocasión iba a ser diferente. Y lo peor de todo es que me dolía, me dolía mucho que él me tratara de aquella manera. Pero, ¿qué había esperado? Él tenía, ¿cuántos? ¿setenta y tantos? Vamos, a quién quería engañar.

-A eso me refiero......ahora te duele que te diga que no tienes experiencia.....cuando uno es joven, quiere ser mayor....y cuando eres mayor, quieres ser joven.....siempre igual

- Lo que me duele es que antes no pensaras lo mismo... parece ser que la edad determina mucho las cosas.

OFF: Acabo de descrubrir de dónde sale el nombre de Sardinilla...

Continue mirando las estrellas.
-La edad es experiencia...creo que te has tomado a mal lo que te he dicho. Y no era esa mi intencion.

Off: El caballo, o la yegua, de Geralt de Rivia.

- Ya sé que la edad es experiencia. Soy tonta, pero no tanto.

OFF: Ya lo sé^^ Me leí esa parte ayer... ahora están en la casa del monstruo que controla su casa...

Me sente en la fria madera. Mis piernas colgaban ante el agua que pasaba.
-DIga lo que diga, seguiras en tus trece, asi que no hablare.


Off: Es la mejor saga jamas escrita.

Intenté dormir, pero no podía. Me sentía inquieta. Estuve con los ojos abiertos toda la noche.

OFF: Ya veremos...

No dormi. La charla con Sabaath me ocupo toda la noche. Ademas, practicaba runas y hechizos basicos, sin hacer un ruido.

Finalmente, el cansancio pudo conmigo. Los sueños no fueron muy acelerados. Mi niñez se mezclaba con mi presente y con cosas que todavía no había llegado a contemplar. Cuando desperté, todavía no había amanecido. Sólo recordaba una enorme roca en lo alto de un acantilado, que ocultaba todo lo que había detrás...

Aparté la capa y me dirigí al este, dispuesta a contemplar la salida del sol.