Zorehn'tragh (Sede ocultista de Sodden)

Tras un par de horas regrese al cuarto. Entre rapido, pero silencioso. Empece a preparar el equipaje.
-Nos vamos ahora mismo.....me temo que los Grandes de Wyndia me van a empezar a vigilar, asi que, si nos vamos ahora, hay posibilidades de despistarlos y que se olviden del tema. Ya tengo 3 tareas encargadas.

Durante aquellas horas de espera, me había arreglado la bolsa. Había metido otro pantalón, esta vez corto, y un par de camisas más. Aquel suceso había sido grave y temía que nos echaran de allí. Desde luego, mi impresión no había estado del todo equivocada. Pero después de aquello, y al no tener nada que hacer, me había quedado dormida. Me había despertado cada poco rato, antes de que las pesadillas fueran a peor, así que apenas había descansado.

- ¿Qué tareas? - le pregunté mientras me levantaba apresurada y cogía mis cosas. Las espadas a la espalda, la daga en la bota derecha, la bolsa al hombro y el aro en la cintura. Finalmente, me puse la capa -. Yo ya estoy. Por cierto... ¿sabes dónde encontrar pintura negra o algo por el estilo?

-Matar algun bicho sin importancia.....ya te dare detalles-coji el macuto-¿Para que necesitas la pintura?

- Pues... por Khenhènann, más que nada - le dije mientras salíamos de la habitación. Mi voz se convirtió en un susurro -. Ya sabes que tiene esas manchas blancas en el lomo y en las pezuñas. Creo que deberíamos ocultarlas durante la primera parte del viaje, al menos hasta que estemos lejos de aquí. Los soldados podrían reconocerlo.

-¿Soldados?-reprimi una carcajada-por eso no te preocupes.....soldados dice...-esto ultimo lo dije para mi. Salimos de alli por otra puerta distinta por la que habiamos entrado. Los caballos no esperaban. Acomode mi macuto en el lomo de Sardinilla-vamonos

- No sé qué gracia tiene eso - me sentí ofendida -. Escuché a esos ocultistas decir que estaban en la ciudad. Si han llegado hasta aquí, por algo será. Por cierto, creía que los ocultistas se mantenían fuera de la política exterior.

Me oculté con la capa y subí en el caballo.

Asenti.
-Por eso el Grande de aqui me deja marchar.....hay algo que huele mal. Si esos tipos no hubiesen dicho lo que dijeron, me hubiese caido un buen puro-mire hacia mi derecha-por los soldados no te preocupes-sonrei-las prostitutas de aqui tienen fama mundial....estaran entretenidos-me rasque la nariz-sobre todo si las financian los ocultistas-mire a Dalayn y le guiñe un ojo-un favor que me debian. Anda vamos.

- Sí, vamos. ¿Con qué dirección?

Salimos de allí y anduvimos con cuidado por los callejones.

- ¿Vamos a salir por la puerta oculta?

Asenti.
-Siempre es mas discreto, aunque luego tengamos que dar la vuelta entera a la ciudad, pues seguimo rumbo este.

OFF: según nuestro mapa inconcluso, por el este está el castillo de la aurora y el camino que lleva a la posada del poney pisador. A ver si dany lo escanea y me lo pasa...

Pronto llegamos a la puerta y salimos de Sodden sin incidentes. Hacía poco que había amanecido. Yo apenas tenía ganas de hablar, todavía estaba algo deprimida por el día anterior, y además, no había descansado casi nada. Mis ideas seguían desordenadas y, de alguna manera, me sentía perdida y fuera de lugar.

OFF:si venimos del oeste, o sea Perelin, si continuamos al Este seguimos adelante....entonces el castillo de la aurora se encontraria a tomar por culo (con perdon) de Perelin....explicaos

Off: TRanquilo, cari, mira, aquí te dejo más o menos como se quedó, aunque el límite este todavía no está definido... Se supone que hay un camino que va desde la encrucijada al castillo de la aurora sin pasar por Sodden... los otros dos caminos sí están marcados. Si no entiendes algo me lo dices, ¿ok?

Off: Lo que yo decia.....el castillo esta en el quinto pino...vale, todo aclarado. Cambiemos el rumbo, vamos al noreste

Off: Ya, es que esta gente tenía muchas ganas de dar la vuelta... no sabes los malabarismos que tuve que hacer para poner el Castillo de la Aurora al este de Sodden... uff. Por cierto, para ir completando, mi país está al sur de Perelín y da al mar, por si acaso hace falta.

Llevábamos largo rato cabalgando en un silencio incómodo, dirección noreste. El día anterior habían pasado muchas cosas y yo no tenía nada claro, ni respecto a los ocultistas, ni a los que me perseguian, ni siquiera respecto a Vedrick. Sin duda, de haberle contado a mi hermana todos y cada uno de mis pensamientos y sensaciones, no hubiera tardado en encontrar una palabra que definiera lo que me pasaba. Pero yo no era Raina, y tenía que conformarme con esperar a que las cosas se enfriaran... o a que pasara algo que lo esclareciera todo.

Miraba a Vedrick de vez en cuando por el rabillo del ojo. Aunque tenía el rostro oculto bajo mi capa, tenía la sensación de que sabía que lo estaba mirando. Al fin, me decidí a hablar.

- ¿Tienes alguna teoría de por qué esos ocultistas vinieron a por mí?