Sodden (zona oculta)

Una ciudad bastante triste. Los altos muros la cubren. Destaca en su centro, una enorme catedral. A su alrededor hay como unos dos kilometros de tierras de cultivo, que la separan de Perelin por el oeste. Mas al norte de la ciudad hay unos importantes yacimientos de carbon que es lo que se sustenta la economia de la ciudad.
Hay muchas cosas que no se conocen de esta ciudad, pues multitud de sectas toman como centro de operaciones este decadente emplazamiento.

Entramos por la puerta oculta.

La verdad es q no habia guardias, y la pesada hoja de metalica estaba abierta, dando la bienvenida a todo el mundo. Nos recibieron mendigos harapientos y un horrendo olor a podredumbre. Los edificios desgastados nos miraban majestuosos.
Me diriji hacia una pequeña torreta que habia unos doscientos metros mas adelante. Deje a Sardinilla atada a un mastil.
-Muy bien....bienvenida a Sodden.

- Vaya... - dije mientras desmontaba y ataba a Khenhènann junto al caballo de Vedrick - qué bienvenida más... acogedora.

Arrugué la nariz. Había estado en muchos lugares mugrientos, pero aquello era excesivo.

- Bien, te sigo.

Me despereze.
-Es un poco mas alla-dije señalando una callejuela. Me acomode mi roida capa.-Nos daran alojamiento y comida, ademas de mi jornal.

- ¿Hay agua caliente, o no podéis permitiros tal lujo? - le pregunté, irónica, mientras lo seguía por el callejón.

-Hay de todo, no te preocupes. Eso no es una posada, sino un lugar q aloja a gente q se dedica a salvar el culo a los necesitados.

- Genial - iba mirando los edificios. Era la primera vez que iba a una ciudad y, la verdad, no tenía nada que ver con lo que me habían contado. Sin duda alguna, prefería el campo y el aire libre. Instintivamente, iba descubriendo sitios donde alguien podía esconderse o por donde escapar en caso de necesitad. "Tranquila, no va a pasarte nada" Sin embargo, tenía un extraño nudo en la boca del estómago.