Camino de la posada, entre Sodden y el Castillo de la Aurora

- Puede que a Dalayn no le mintieras, pero no tiene por qué ocurrir lo mismo conmigo.

"¡Es Vedrick, maldita sea!"
"¿Y qué si lo es, idiota? No puedes hacer nada al respecto"
"¡Me mentísteis!"
"Y tú te lo creíste, estúpida. Ahora no puedes hacer nada"

-¿contigo...? ¿no entiend..?
-¡Joder Vedrick! ¡Esa zorra no es Dalayn!-Kibashi se incorporó-es peligrosa. Tiene mucho poder, lo usa sin cabeza, pero es jodidamente poderosa.

- Tienes un amigo muy listo... quizá demasiado.

Absorbí de golpe parte de la energía de Vedrick y lancé a los tres hacia atrás, liberándome de ellos.

Ryan me miró desde el otro lado del campo.

- ¡Dile a Borkmel que mande más Ocultistas aquí! - Ryan no se movió del sitio -. ¡Vamos, si quieres volver a ver a tu hijo!

Salió corriendo. Me preparé para repeler el siguiente ataque.

-¡Y una mierda!-Khandar lanzó un hechizo. El brazo de Ryan salió disparado por los aires y este cayó al suelo.
Yo di una vuelta por el suelo.
"Se dedica a absorver energía, lo hace constantemente...ten cuidado! La voz de Kibashi sonaba en mi cabeza.
"Bien....dejadmela a mi....vosotros asegurad la zona"
"De acuerdo"
Los dos se fueron.
-Bien Dalayn....o quien mierdas seas. Me has atacado-apreté la mandibula. Esto me dolía...-ahora me temo que tendré que responder...-saqué mi longuirus. Las dos puntas de la Lanza Gemela brillaron carmesí-no se quien eres, pero me vas a devolver a Dalayn.

- Puedes llamarme Ackazoe, si te apetece. Siento comunicarte que Dalayn no está muy disponible que digamos. Y no pienso dejar marchar lo poco que pueda quedar de ella. Alcé mi Longuirus y me lancé contra él.

Una voz repiqueteaba dentro de mí.

"¡No! ¡Para! ¡PARA!"

Trataba de ignorarla, pero cada vez se hacía más fuerte. Maldita sea. Welmevir había vuelto a fallar. Tenía que controlarla. Pero mis ojos se cruzaron con los de Vedrick, y unas palabras que no eran mías surgieron de mis labios.

- Vedrick, mátame...

Sonreí. Esa era Dalayn, estaba seguro.
-Tranquila...no hará falta llegar a eso-atrapé la longuirus entre las dos puntas de la mía, y se la arrebaté de las manos, giré, la lancé lejos, me volteé y la di un codazo en el vientre.

- ¡Ugh! -exclamé. Mantuve el equilibrio. Miré quedamente a Vedrick. Sonreí. Conocía su esencia a la perfección gracias a los recuerdos de Dalayn. Transporté nuestros cuerpos, pero no los devolví a la realidad. Ahora yo manejaba la situación. Nos encontrábamos sobre un mar de aguas negras.

-Vaya...asi que manipulas los poderes de Dalayn...interesante. ¿Crees que esto te va a servir de algo? Me subestimas. A mi y a mis compañeros. Y tu, tu te sobrestiamas. ¿De donde has salido?

- Desde luego, no del fondo del mar.

Caímos y el agua nos rodeó. No se veía nada, pero yo sabía exactamente dónde estaba. Los hilos de mi conciencia avanzaron hacia él, lo envolvieron. Y después, apreté fuerte, y el aire salió de sus pulmones.

- ¡Vedrick!

El grito rompió mi concentración.

"Maldita seas"

Mi cuerpo se transformó, enviando la conciencia de Dalayn a lo más profundo. Volvía a estar sola. Mejor así.

" Se ha transformado....es como....no...."
"¿Que pasa Saabath?"
"Parece un elemental...no se fijo...."
"Se ha transformado...sin piedad..."
"Jeje...si no ves su rostro, su cuerpo, si no sientes su olor..."
"no...no me remuerde la conciencia si no la veo a ella"
"Vamos"

Una plataforma de roca salió a la superficie. Allí, en el centro, estaba yo.
Me puse la capucha. Alcé mi Longuirus.

El agua se evaporó, y en su lugar quedaron múltiples trozos de roca separados entre sí. Yo estaba sobre uno de ellos. Una luz cegadora lo inundó todo. Saqué las espadas, ya que la Longuirus se había quedado atrás. Y entre el cegador resplandor, salté a donde se encontraba Vedrick y lo ataqué con una fuerza sobrenatural, algo que metida en el cuerpo de Dalayn no habría podido hacer.

La espada se hundió en el brazo. Y allí se quedó. El brazo derecho se había transformado en madera. Con el izquierdo le asesté un puñetazo en la cara. Puse mi pie en su pecho y la empujé. Nos separamos. Me quité la espada y mi brazo volvió a la normalidad.
-Tienes fuerza. Pero no es suficiente. Con fuerza no harás nada-me relamí-deberás de usar la cabeza...aunque puede que sea mucho pedir.

Recuperé la espada.

- No puedes matarme... pero si te pasas, acabarás con ella...

Lancé un rayo de luz en dirección a su pecho.

Di un revés con el brazo izquierdo. El rayo desapareció en el mar.
Di gracias por tener un brazo artificial.
-No os preocupeis...que no me pasaré. Te daré la paliza justa para que sepas cual es tu lugar.

Off: he xikitin mirate los mps k creo los tienes petao o algo xke te he mandao uno y no te llega o algo

pd: perdon por la interrupcion xD

OFF: Tú siempre en medio, Val, como los jueves

- Eso si puedes - sonreí cínicamente. Abajo ya no había mar, sino múltiples espejos que reflejaron en rayo en diversas direcciones, hasta que al menos una docena se dirigieron hacia donde se encontraba Vedrick.

"Me venciste una vez, pero no creas que podrás vencerme de nuevo..."
"Cuando haya acabado con él, veremos a ver quién vence"
"No lo tocarás"

-Suna no tate-di una palmada y una nube de arena me rodeo, creando una esfera. La arena se comprimió. Los rayos impactaron contra el escudo. La arena se dispersó por todos lados, pero yo estaa intacto.
Cuando la arena cayó, mi mirada se encontró con la suya.
-Te destrozaré...-empecé a correr hacia ella.

Mi cuerpo se transformó en reflejos de luz. Cuando vi que staba muy cerca, cambié de lado, alcé la espada y con la telequinesia hice que él también se moviera. El filo desgarró la ropa y olí sangre.

Aproveché la cercanía. Puede que me hubiese herido. Pero las heridas eran la vida de un guerrero.
Recité mentalmente un conjuro.
Mis brazos se convirtieron en madera que la envolvió, encerrandola en una cúpula oscura, sin ninguna grieta.

Saqué una de las dagas élficas y le di toda la fuerza que pude. La hoja atravesó la madera con un crujido, y al quitarla, la luz entró y salí de a través de ella. Pensaba materializarme detrás de Vedrick para dar una última estocada, pero mi figura se hizo corpórea de repente.

- ¡Cuidado!

A pesar de la interrupción, hice descender la espada, que se clavó en su muslo.

Aguanté el dolor.
Forcé una sonrisa.
-¿Te diviertes?...Verás que divertido-soló necesité pensarlo. La Lanza Gemela atravesó al ser por detrás. Cada punta perforó un hombro.
La miré a la cara. La lanza se elevó, dejándo a la elemental en el aire, suspendida.
-No intentes desmaterializarte. Ahora no podrás. Y no sólo eso. Yo no puedo absover energía, como haces tú, pero si te la puedo arrebatar. Ahora mismo la lanza está resonando y está "quemando" tu energía. Dentro de unos segundos, no te quedará nada.

Reí. A ese juego podíamos jugar los dos. Mientras la Longuirus quemaba mi energía, yo absorbía la suya. No sólo utilizaba los poderes de Dalayn, sino que gracias a mí los aumentaba.

Ella aprovechó el resquicio de debilidad.

- ¡Atraviésala!

"Te matará, y lo sabes"
"Quizá sí, quizá no. Este cuerpo no es el mío"

Sonreí.
-Como jugar con una niña-mi cara se agrieto, y cayó como una máscara de arcilla. La cara de Saabath la reemplazó.

-Tu defecto es que no trabajas en con tu anfitrión. Vedrick utiliza mi energía, yo uso la suya...esa que invade tu cuerpo ahora-la lanza se retiró y la elemental cayó al suelo-despidete. Gracias a la energía de Vedrick, yo te selló dentro de Dalayn. Jamás volveras a ver la luz del dia....-toqué su frente. La energía de Vedrick se moldeó dentro de ella. La envolvió y la recluyó dentro del alma de Dalayn.

Me sentí caer sobre un fino manto de hierba. Escuchaba gritos a mi alrededor, pero me resultaba tan lejanos como si estuviera a kilómetros del campo de batalla. Sólo había oscuridad, y un creciente dolor por todo el cuerpo. Deseaba que terminara. Dejarme llevar y que desapareciera. Me llevé la mano instintivamente a los dos colgantes idénticos que pendían de mi cuello. Había algo que yo debía recordar, pero no sabía el qué. Quizá nunca lo sabría. Aquello era el fin.

Off: Joer....pues no me entero de nada...