La Posada de la Encrucijada

A lo lejos se veía una pequeña casa con luces encendidas que aumentaba poco a poco conforme me iba acercando. El letrero estaba casi borrado, pero se podía entreleer: La Encrucijada. Buen nombre, sobre todo viendo los cuatro caminos que pasaban por ella. Fui hacia el establo y dejé al caballo bien asegurado. Parecía que íbamos a estar juntos mucho tiempo. Tendría que ponerle un buen nombre...

Entré en la taberna. Estaba sucia y apestaba a humedad, pero un rico olor salía de la cocina. Sin embargo, no tenía hambre. Me acerqué al tabernero.

- Buenas noches. Necesito una habitación. Valeryon me ha recomendado que venga aquí.

El tipo asintió, cogió unas llaves de detrás de la barra y me las entregó.

- Todo el que venga de parte de Valeryon es bienvenido. Segunda puerta a la izquierda.

- Gracias.

Fui hacia allí. La habitación era pequeña, pero estaba limpia. Encendí un pequeño fuego en la chimenea y me acosté en la cama. El colchón de paja estaba duro, pero estaba acostumbrada a dormir en sitios peores. Rápidamente me quedé dormida...

Llege a la pequeña posada.
Llevaba varios dias caminando sin descanso. Entre y pedi algo de beber y algo para comer.
Me trajeron pan duro con queso y cerveza.
Me sente en una mesa y devore la bazofia que me habian traido.
-Ahora traigame un cuenco lleno de ese estofado de ciervo que teneis.

El ventero se quedo sorprendido.
-EHh..si, ahora mismo.

Me lo trajeron y me lo comi con calma.
Mis ropas estaban gastadas. Una capa con capucha me cubria la cabeza y el cuerpo. Poco mas se apreciaba de mi. Afuera, mi castrado esperaba comiendo un banquete de avena.

El sonido del trote de un caballo me despertó. Siempre había tenido el oído muy fino, incluso cuando dormía. Me asomé a la ventana y no vi a nadie... pero ahora me había desvelado. Y tenía hambre. Me cubrí con la capa y bajé a tomar algo.

- Perdona, ¿tienes algo caliente para comer? ¿Un caldo o algo?

- Toma, aquí tienes - me puso un estofado de ciervo ante mí. No tenía tanta hambre, pero bueno. La comida no estaba muy caliente, pero sirvió para aliviarme del susto que me había dado. Esperaba salir de allí pronto.

La mire de reojo. Segui devorando mi estofado. Me acaricie la cara. Maldije por lo bajo.
-EH!!!Jefe, mas cerveza
El ventero se apresuro a traerme otra jarra. Le deje tres monedas de cobre en la mesa.

Sentí cómo la mirada de alguien se clavaba en mí. Al otro lado de la barra había un tipo con capucha... Me arrebujé más en mi capa y empecé a comer más rápido. Recé para no tener que marcharme tan pronto.

Cuando el ventero fue a cojer las monedas se mordio el labio.
-Vera señor....la moneda Dauniana no vale aqui....
Ni me inmute.
-¿Que moneda vale?

-La corona

-No tengo coronas

-Entonces se trenda que marchar.....lo siento...-estaba atemorizado.

-Esta bien-me levante-quedese con esas de todas formas. Sali de alli y me coloque junto a Sardinilla, mi caballo. Me arrebuje en la capa.

-Pues no me pienso poner en marcha ahora-le quite las mantas de encima a Sardinilla y me las puse por encima-por que te mereces un descanso.

Respiré hondo cuando el tipo salió. Terminé mi plato y saqué mi bolsa.

Mierda. Llevaba sólo dos coronas. ¿Sería suficiente...?

- Perdone, ¿cuánto le debo?

- 5 coronas, señora.

Me mordí el labio. Sabía que mi suerte no podía durar demasiado.

- Y... em... sólo tengo dos...

- ¿Más forasteros, eh? Valeryon siempre hace lo mismo. Bueno, lo demás se lo cargaré a su cuenta, que ya es bastante amplia... No creo que le molesten 3 coronas más.

- Gracias, señor - le tendí las monedas y volví a subir a mi habitación. Lo sentía por Valeryon, pero yo no estaba en condiciones de saber las monedas que se utilizaban en cada sitio... Me acerqué a la ventana y respiré el aire de la noche. Se podía observar el camino por el que había venido y parte de los establos. Vi al hombre que había estado en la taberna hacía sólo unos minutos con su caballo y me oculté entre las sombras.

Sonrei a sardinilla.
-Dejala, solo siente curiosidad. No te moleste que nos mire-acaricie al negro caballo-descansaremos esta noche y seguiremos el trayecto-me acaricie la cara-esta noche estate tranquilito-me aleje del caballo-no vamos a hacer nada-silencio-si...eperaremos. Total no hay prisa-volvi a acariciarme-bonita noche.

Mire a la ventana de la extraña. Sabia que estaba alli. Sabia que me habia estado observando, pero me daba igual.

La oscuridad de la noche se cernía sobre el ambiente y poco dejaba vislumbrar entre los árboles. Me habían dicho que siguiendo el camino había una posada, pero ya llevaba mucho tiempo andando y no aparecía, quizás me habían engañado. Me paré entonces en seco sacudida por el dolor de mi herida en el costado, me acordé entonces de Leyren, mi caballo, que había muerto esta mañana.

Seguí caminando, cada vez más trabajosamente, hasta que a lo lejos pude vislumbrar una luz, eso me dio animos para continuar. Llegué entonces a la ansiada posada, en la puerta había un individuo extraño con un caballo negro, no le vi la cara, pues llevaba una capucha. Sin más dilación entré adentro. El lugar no era un palacio desde luego, pero era lo más acogedor que veía desde hacía semanas. Sin quitarme mi capucha, me acerqué a la barra y le dije al tabernero:

-¿Tiene una habitación libre para esta noche?

El tabernero me miró con cara de pocos amigos.

-¿Llevas dinero?- me dijo- mira que esta noche ya he tenido problemas con dos que no me podían pagar.

-Eso dependerá de lo que cueste la habitación.

-15 coronas la noche.

Me pareció un poco caro pero no se me ocurrió protestar, necesitaba descansar y reponerme.

-De acuerdo, aquí tiene.- le di el dinero y le dije- ¿no tendrá unas vendas limpias?

El hombre, sin abandonar su mirada de desconfianza me dio unas vendas y se fue a atender a otros clientes. Yo subí apresuradamente a la habitación.

era ya noche cerrada cuando vi la posada a lo lejos, se adivinaba una figura en la puerta, y otra que entraba...esta noche si que habia movimiento... me acerqué a paso lento, no tenia prisa, e ignorando a los DOS de la entrada pase al interior, la posada estaba como siempre...pero pudo ver una figura cojeante que subia por las escaleras, no se le podia ver la cara, solo cojeaba hacia arriba, pero algo extraño vi en esa figura... la mire con desconfianza y fui hacia la barra donde estaba el tabernero: hola gordo, que tal he? una noche movidita no?

-- y tanto, eso esta lleno de forasteros- dijo el- por cierto, te han dijado fiadas tres coronas una mujer que venia de tu parte
me mire los pies- mierda esto me pasa por tonto- le mire y le di cinco coronas: cobratelo y dame uno de esos cubos de meados que llamas cerveza askeroso ladron...jajajjajaa
-sigues siendo el mismo idiota de siempre...jajaajajaj
- por cierto gordo... quien era ese de las escaleras??me da mala espina...
-no lo se, forasteros... ha pagado una noche y va un poco magullada
-magullada?...-aquello no me olia bien- bueno me voy a dormir, mas vale que no me cobres la noche o mañana seras una cabeza mas bajo...jajajjajaaj
-claro claro ya sabes donde puedes dormir, k descanses viejo canalla
Asi que me diriji escaleras arriba y en la segunda puerta escuche un leve quejido, aquel debia ser el dormitorio de la extraña mujer magullada, aquella mujer era extraña y mi sentido de la curiosidad me pudo asi que llame a la puerta dos veces.... toc toc y espere arrepintiendome de mi atrevimiento y poniendome rojo como un tomate

La gente pasaba adentro. Yo seguia fuera, acariciandome la cara.
-Mañana iremos....si, mañana.
Me agazape contra Sardinilla y me dispuse a dormir.
No habia pasado media hora cuando me levante sobresaltado. Mire a mi alrededor, pero no habia nada.
Me quede levantado al menos 10 minutos.
-Necesitaremos un cebo.

Al entrar en la habitación dejé mis escasos efectos personales sobre la cama, me quité la capa y me desnudé de cintura para arriba. Me quité las vendas improvisadas que llevaba en el costado y me sorprendí al ver que mi herida había empeorado bastante. Saqué de una bolsa un ungüento de hierbas curativas y me apliqué un poco en la herida. Emití un leve gemido al sentir el contacto del hungüento con mi piel, que sentía como si estuviera hirviendo en carne viva, me puse las vendas que me había dado el tabernero, y cuando me disponía a vestirme, llamaron a la puerta. Terminé de vestirme a toda prisa, y cogí mi daga antes de acercarme a abrir.
Cuando abrí la puerta había un tipo extraño con una expresión de curiosidad en el rostro. Me quedé mirandolo a la espectativa mientras escondía mi daga detrás de mí.

Tardo mas de lo que yo pensaba en abrir la puerta y cuando la abrio me kede como un pasmarote en el umbral-era preciosa a pesar de que se sujetaba el costado con una mano, con una herida obvia y la otra la mantenia tras la espalda- me costo unpoco pero al final las palabras salieron sin ningun titubeo, y mis ojos nose apartaban de los de ella de un oscuro k hipnotizaba: hola, me llamo valeryon y suelo frecuentar esta selva, iba a acostarme cuando te he oido quejarte...esa herida no tiene buena pinta, si kieres puedo ayudarte a curartela, una herida asi no es bueno que lo cure uno mismo... puedes no hacerlo bien por miedo a hacerte daño... mantuve su mirada no se porke no podia apartar sus ojos de los mios, no parecia mejor que ninguna otra mujer que yo hubiera visto antes pero habia algo...

No sé por qué pero tantas buenas palabras no me inspiraron confianza, no estaba mi situación para fiarme de cualquiera.

-¿Y quién eres tú que vienes a imbiscuirte en asuntos que no te conciernen?- le dije.

k mala leche tenia la tia....le conteste: no vengo a inmiscuirme, vengo a ayudarte, pero estas en tu derecho de desconfiar, la verdad yo tampoco confiaria de mi mismo si fuera la primera vez k me viera...jajjaajaajaja, bueno entonces kieres que te ayude a curarte eso o no?? si kieres mas seguridad te ofrezco que guardes mis espadas mientras te curo- y le ofreci mis dos preciosidades....pero seras estupido !!! como le ofreces tus armas que son mas valiosas que tu ...!!! y la mire otra vez a los ojos.

Desde luego este tipo parecía tener un extraño interés, y eso me hacía desconfiar más de él, así que intenté quitármelo de encima de buenas maneras.

-Gracias por ofrecerte a ayudarme pero la herida no es nada importante y acabo de curármela, si me disculpas, tengo que bajar a cenar.

Habia algo raro en ella eso por supuesto... y no estaba en mi naturaleza mezclarme con las demas personas, siempre prefiria estar solo, pero... le dije: esta bien lo que quieras, si quieres algo duermo al final del pasillo, por cierto... no me has dixo ni sikiera como te llamas

Me estaba arreciando de frio.
-Lo siento Sardinilla, pero yo me meto.
Entre dentro y el ventero me miro con mala cara.
-Al menos dejeme estar aqui, que fuera hace frio-utilice un tono de voz frio y seco. El ventero, algo asustado asintio y se metio en las cocinas.
Hacia tiempo q habia descubierto q mi aspecto inspiraba cierto temor. Me baje bien la capucha para que no se me viera el rostro y me fui a una esquina.

Aparté la mano de mi costado y se la tendí con gesto indiferente.

-Daenerys,- le dije- bueno ahora voy a bajar a cenar.

Cerré la puerta de la habitación y me dispuse a bajar al salon principal, pero antes de haber dado dos pasos sentí como mi mente se nublaba y las piernas me fallaban mientras un intenso dolor que comenzaba en mi costado recorría todo mi cuerpo.

le estreché la mano, daenerys? no me sonaba, pero me gustaba, y empezo a andar hacia las escaleras la segui con la mirada y justo cuando iba a darme la vuelta vi que se echaba mano del costado y que le vacilaban las piernas y de repente... no se que me pasó... jamas me habia importado nadie, que tenia aquella criatura?? la cuestion es que me lanzé hacia adelante y la agarré de la cintura justo a tiempo de que no cayera... y cuando me di cuenta de lo que habia echo estabamos mirandonos a dos centimetros de distancia... sentia la herida palpitar bajo mi mano, aquella muxaxa no staba bien, pero yo segui aguantando su mirada mientras la sujetaba por la cintura...

Sentí que algo impedía que cayera al suelo, recuperé poco a poco la claridad de la vista y ví los ojos de aquel tipo mirándome intensamente. La herida me dolía a rabiar pero tampoco iba a hacerlo evidente. Me incorporé poco a poco.

-Gracias- le dije,- solo ha sido un mareo.

Decidi calmarme...pero no podia y mi voz kizas sono algo fria: seguro? esa herida tiene muy mala pinta, mira eres libre de hcer lo que quieras pero si no te curas eso pudes morir de una infeccion... yo ya te digo que estoy en aquella habitacion para lo que quieras... no se quien ers...ni de donde vienes... y no se que demonios tienes en tu mirada que no puedo dejar de mirarte... pero esa herida es muy muy fea...

-En serio, gracias por ofrecerme tu ayuda, pero estoy bien,- ay que facil es mentir mediante las palabras,- ahora si, voy a bajar a cenar algo. Bajé por las escaleras con cuidado, pues me dolía bastante, abajo, en un rincón estaba aquel extraño del caballo negro. Me senté en una mesa y me pusieron un poco de sopa. Me la comí rapidamente y me quedé un rato mirando a ninguna parte.

la mire mienras bajaba por las escaleras... me volvi y entre en mi habitacion mientras me daba cuenta que iba a ser una larga noxe...me acosté sobre mi cama sin sueño ninguno, dejando vagar mi mente... mis espadas siempre dormian conmigo, no me fiaba de nadie, asi que solo me kite la ropa de cintura para arriba, y quedo al descubierto mi pecho lleno de cicatrices antiguas...me recosté e intente conciliar el sueño... imposible... aparecia la xica casi desmayandose por el pasillo, pero que diablos me pasaba... quien era ella y porke de repente me importaba tanto???... segui vagando en mis pensamientos mientras pasaba el rato

Tras pagarle la cena al tabernero subí a mi habitación, no sin echar una ultima mirada al tipo de la esquina. Entré a mi habitación, y me tumbé en la cama. Agotada, caí en un profundo sueño... se que tuve una pesadilla, pero de ella solo recuerdo el abismo oscuro y unos ojos diabólicos... me desperté al rato, sobresaltada, eche mano a la herida y esta había empezado a sangrar empapando todas las vendas... en ese momento volví a temer por mi vida.