Alrededores de los Bosques Nevados

La cadena se desenrrollo.
Khandar lanzo una punzada con la lanza

- Eso pienso hacer - sonreí mientras miraba a Etsuko y a Khandar. El trabajo sería duro, sobre todo si quería mejorar el truco de la cadena -. En cuanto al otro... ¿qué le pasa? ¿Ahora resulta que hay Ocultistas machistas?

Di un salto hacia atras esquivandolo y despues me abalance sobre el con la espada levantada con una mano y con la otra intentando sujetarle.

Khandar interpuso la lanza, de la que salieron chispas, y la giró para dirigirla al brazo que lo sujetaba, para hace rque se soltara.

Recibi el golpe y aparte el brazo echandome atras. Me gire y me coloque detras suyo cogiendole de los brazos y quedando espalda contra espalda. Gire rapidamente y lo tire contra un arbol. Despues blandi mi espada y corri hacia el.

Khandar apoyó la lanza en el suelo para impulsarse, giró y se dirigió a su vez corriendo hacia Etsuko. Cuando faltaban unos pocos metros para llegar a ella, saltó a un lado y levantó la lanza para clavársela en la espalda.

Me gire rapido y de un golpe seco a la vez que esquivaba el ataque, corte la lanza y cai al suelo.

La lanza volvió a unirse sola, y Khandar se dirigió a Etsuko. Pero lo que hizo fue coger su espada y mirarla.
- ¿De dónde has sacado este cachibache? - preguntó, con la cara llena de asombro.

-Es una larga historia...-dije distraida mostrandola.- me la entrego un hombre que decia que tenia facultades, pero creo que se equivocaba de persona.-murmure riendo.

- ¿Puedes describirme a ese hombre? ¿Y qué relación tenía contigo, si no es mucha indiscreción?

-Ya dejamos de luchar?-dije con una sonrisa infantil.- pues...-murmure llevandome el dedo a los labios.- me acogio durante unas semanas, era un hombre muy amable, de unos 30 años, y yo era muy pequeña no recuerdo en que ciudad o lugar exactamente ocurrio.-hice una breve pausa.- resulta, que me estuvo entrenando, decia que tenia facultades, y cuando decidi irme, me entrego esta espada, creo recordar, que dijo que me ayudaria a liberarme. Nada mas.-murmure sonriente.

- Pues tenía razón, tienes facultades, aunque supongo que no soy el más indicado para decírtelo. Aquí la señorita es la que entrena mortales - dijo señalándome.

Levante la cabeza y la observe sonriente, despues guarde la espada y me sacudi.

- Bueno, tengo hambre, voy a comer. ¿Vienes? Así dejamos a los tortolitos hablar - sonrió y miró a Etsuko, invitándola a ir primero con una mano.

-Genial.-asenti sonriendo inocente mientras le cogia de la mano.

Miré a Khandar mientras salían del claro. Él nos sonrió, soltándose de la mano disimuladamente para saludarnos. ¿De verdad quería volver a pasar por lo de su confidente?

Sonrei.
-Lo de Kibashi no es machismo. Si fueses un hombre seria igual....en fin....Khandar y yo tenemos que descansar. No os alejeis

- Tranquilo, Khandar no es el único que tiene hambre - empecé a caminar por donde habían desaparecido Khandar y Etsuko -. Entonces, si no es machismo, ¿qué mosca le ha picado?

-Digamos que es demasiado radical. No cree que humanos simples sean dignos de nuestra tarea.

Puse los ojos en blanco.
- ¿Es eso? Vaya, y yo que pensaba ligar con él... - besé a Vedrick en el cuello -. Tendré que conformarme contigo...

-Bueno, no estoy tan mal.....si quitamos lo de mi brazo...-la abrace

- No sé. Anteanoche me pareció que tu brazo estaba bastante bien... mejor que la última vez... ¿tú tampoco entrenaste en mi ausencia?

Le di unos golpecitos a mi brazo izquierdo. Sono a madera.
-El problema es que no es de carne y hueso. Por lo demas es 5 veces mejor.

- Bah, como si fuera invisible. Eres tú el que me importa. El material del que esté hecho tu brazo me trae sin cuidado.

-Mira, eso es un punto a tu favor-le di un beso-espera un momento.....tengo un regalo para ti.