Alrededores de los Bosques Nevados

-¿No duermes?...mira que el viaje va a ser aburrido.

- No puedo dormir... Drezan se está muriendo.

-¿Muriendose?...vaya....¿Llegaremos a tiempo?

- No lo sé... Julien quiere que nos demos prisa... Ya me extrañó que se recuperara tan pronto y tan bien después de estar dos o tres semanas convaleciente... Elöryen me dijo que también le ocurrió lo mismo hace unos años, y que por eso acudió a los Argemt, para poder verme. Pero el efecto ha pasado, y ahora... Joder... - suspiré -. No estaba preparada para esto.

-Ya veo...-estuve meditando un buen rato-esta bien. PUede que sea peligroso, pero no hay otra opción...¡Khanar!
-¡Decidme!
-¡¿Puedes teleportar gente?!
-¡¿Por quien me tomas?! ¡Claro que si!
-Bien...Dalayn, concentrate en el lugar que quieres visitar...¡Khandar!
-¡Listo!
-Preparate, si no te concentras, a saber donde apareces. Tienes que hacerlo bien. Despues de esto, Khandar quedará exahusto, ademas, es un hechizo poderoso y nos detectaran fijo..

- No, no pienso arriesgaros. Puedo esperar... Drezan es fuerte, aguantará... - dije, aunque no demasiado convencida.

-Vamos...venga...estas desando verle. Si muere y no lo has visto no te lo perdonaras.

- Y si lo veo y a vosotros os pasa algo tampoco podré perdonármelo...

- ¡¡Dalayn!! ¿¡Estás lista o no!?

Respiré hondo.

- Te quiero. Tened cuidado. ¡Khandar! ¡Acerca el pájaro! - ambas aves se acercaron hasta rozarse. Cogí una mano de Khandar - Coge mi energía.

-Vale...preparate...piensa en el lugar. Cuantos mas detalles mejor-Khandar sonrió-no te preocupes, esto es seguro

Me concentré. No era muy difícil. El recuerdo de aquella habitación era un recuerdo muy nítido. Me sonrojé un poco al recordarlo, pero no dejé de visualizar el lugar. Sentí un movimiento brusco, y después abrí los ojos. Todo estaba tal y como lo recordaba.

Khandar se tambaleo. Kibahsi le agarro a tiempo, y le hizo sentar en el lomo del pájaro.

Avanzabamos muy deprisa. Yo estaba algo cansado. Hyouma me obligaba a ir practicando el arte ocular. Nos internamos en los bosques nevados. Sería una ruta segura.

Nos detuvimos. Notabamos la presencia de la magia cerca. Caminamos despacio y en guardia. Por alguna razon, a ninguno de los dos nos gustaba esa presencia

Nos acercamos a la fuente de la sensación.
En medio del bosque había un campamento de Ocultistas. Todos con capas negras.
Mala señal. Sin duda estaban esperando a alguien. Una emboscada, tal vez. Tomamos posiciones para emboscarles a ellos.

El primero murió sin que supiese que pasaba.
Sin embargo, la reacción fue rápida. Antes de que tocase el suelo, uno de sus compañeros ya había hecho una cupula protectora al campamento
-Abre una brecha en la cupula, Beleren
Utilicé mis ojos para ello.
Me concentré. Veia la energía repartida equitativamente por todo el escudo. Intente mover la energía de una zona hacía los lados. No la aparte completamente, pero deje muy debilitada la zona. Hyouma no esperó.
-Raiton: Gien-un relampago muy fino surgío de la palma de su mano. En cuanto entró en contacto con la poca energía que quedaba en la zona que había debilitado, el relampago creció. Nadie esperaba eso.
Aproximadamente setenta metros en linea recta fueron arrasados

-Menudo ataque-sonreí-a ver si me lo enseñas.
-Lo has hecho bien-se quedó cayado. De repente saltó hacia atrás. Del suelo surgió una mano. Después un Ocultista entero.
-Vaya...eso estuvo cerca..jajajajaja-nos miró a ambos-supongo que vuestra cabeza vale mucho. Perfecto.

Sus brazos parecían estirarse de una manera ilimitada. Además parecía que no tenian hueso. Eran flexibles, pero muy poderosos. Nos atacaba a ambos con ellos, y nisiquiera se había movido del sitio.
-Debeis de ser Caminantes...jajaja. Karinthos me ascenderá. Menuda suerte.
Le lancé una pequeña bola de fuego, pero su brazo la atravesó como si no existiese. Así que decidí que yo tambíen quería esos brazos. Activé los ojos y pude ver el extraño flujo de energía que recorría sus extremidades. Me concentré e hice que mi energía fluyese igual. Noté como mis brazos se estiraban. Era como si se estuviesen derritiendo. Sin embargo me di cuenta de que necesitaría tiempo para dominar esa técnica. Tiempo que no tenía.
Hyouma le entretenía. Estabamos perdiendo el tiempo. Así que pensé en algo definitivo.
Decidí cortar el flujo de energía de sus brazos.
Me concentré. Noté como la energía iba hacía mis ojos. Miré fijamente a sus brazos.
"Para"
La palabra surgió en mi mente sola.
El flujo de energía de sus brazos cesó. Lo siguiente fue desagradable.
La piel, los muscúlos y los huesos, que poseian un tamaño, al menos, cinco veces mayor al normal, al verse despojado de la valiosa energía, volvieron instantaneamente a su tamaño normal. El resultado....los brazos del Ocultista se desmembraron. La sangre manó a raudales por sus hombros. Pequeños trozos de huesos salieron disparados. Un grito de dolor inundó el bosque.