Vhirendärsil

-Eso es. De todas formas, venía preparado para ello. Habrá que darles tiempo.

- Tiempo a que descubran nuestras debilidades y nuestros poderes, ¿no?

Con un gesto, nuestro acompañante nos indicó que habíamos llegado y se marchó por donde habíamos venido. La entrada estaba cubierta de enredaderas que nos abrieron el paso cuando fuimos a entrar. El interior estaba lleno de pequeños detalles en las paredes, era muy amplio, con un gran arcón que pertenecía al mismo árbol, así como la gran cama y el escritorio.

- Bueno, otra cosa no, pero saben sacarle partido a las cosas.

-Si....-heché un vistazo-parece que les gusta mucho modificar la estructura de los árboles. Nunca me he puesto a hacerlo...debe de ser entretenido jijiji

- Cuando vi a los elfos también hacían lo mismo, pero sus estructuras no eran tan detalladas. Es como si hubieran tenido años para crear cada cosa.

Pasé una mano por el arcón y las filigranas que lo rodeaban.

- Es precioso. Quizá tengas tiempo de probarlo. Seguro que a Saabath le gustará.

-Bah, a Saabath no le van estas cosas. Le gusta la naturaleza salvaje. Aunque la verdad es que aquí tienen de todo. Esos bosques eran impresionantes.

- Supongo que se asustarían si salieran de aquí y vieran algunas barbaridades.

Me senté sobre la cama.

- ¿Y ahora qué?

-Dormiremos, o pasaremos el rato. Hasta mañana por la mañana no creo que suceda nada.

- Ya. El caso es que no tengo ganas de dormir. Llevo dos días durmiendo. Espera, creo que...

Me acerqué a una de las paredes, donde había una línea delicadamente grabada en la madera. Murmuré unas palabras que me habían enseñado, y la línea se abrió, dejando paso a una abertura hacia un pequeño balcón.

- Bueno, al menos hay cosas que no cambian.

-Vaya...tu sabes mas de lo que me has contado ¿Crees que necesitas un tutor elfo? Jejeje

- Sólo estuve una semana con los elfos, pero me enseñaron algunas cosillas, como esta. Ven, se ven las estrellas.

Me apoyé en la pared, contemplando el firmamento en la quietud de la noche. Sólo se oía la tenue brisa entre los árboles.

- Ojalá todo pudiera ser así siempre.

-Claro, aquí se está muy bien. Pero no olvides nuestra misión. Debemos de preparanos para afrontar un gran peligro. Una vez que todo acabe, podriamos volver aquí...eh, no es mala idea

- No olvido nada. Pero se agradece poder dejar de pensar en ello durante unas horas. Mmm... volver aquí... ¿cuánto nos queda? Cien años por lo menos... no está mal. Cien años aquí contigo. Es un buen proyecto.

-Es cierto...no me habia dado cuenta...-me quedé callado un buen rato-ahora eres como yo

Su silencio se me hizo muy largo.
- No fue premeditado... Pero sí, supongo que ahora soy como tú. Más o menos. ¿Eso te preocupa?

-Para nada. Simplemente me sorprende no haberme dado cuenta antes...donde tendré la cabeza

- En medio de una guerra... de Ocultistas... el peso del mundo sobre tus hombros... Deberías relajarte un poco.

-Si. Tienes razón. Tal vez algo de relax me venga bien-pasé un brazo por su hombro-es una noche preciosa

Apoyé la cabeza sobre su hombro y lo besé en la base del cuello.

- Pues sí. Es como estar en un sueño... en un mundo irreal. Con razón se extrañaron de que me hubieran "exiliado" aquí.

-Si, bueno. Te lo advierto. Esto tambien es un lugar peligroso.

- ¿Aparte de que los elfos nos tienen en sus manos?

-Si. Al igual que los arboles, los animales y las bestias, rebosan de energía y magia ¿Has oido hablar de gargantuas y behemots? Son criaturas mágicas bestiales y titánicas...

- Sabes que nunca he estado muy puesta en fauna. Pero si salgo a dar una vuelta, no lo haré sola. ¿Te quedas más tranquilo?

-¿iras acompañado por la driade...? Si..jajaja, que gran compañia

- No pienso ir con ella. Me degollará en cuanto estemos fuera de la vista. Pretendía pedírselo a algún elfo. Claro, que podrías venir tú, si no es mucha molestia.

-No pensarás que te voy a dejar sola con un piojoso elfo. Jamás