Habitación de Ryan

La habitación de Ryan estaba sólo a dos de la mía, así que no tuve que andar mucho. Mis pasos me parecían inseguros e inestables, así que me apoyé en la pared todo el tiempo.

Rai estaba tumbado sobre la cama, cubierto por las sábanas. Parecía tranquilo. Me senté junto a él.

- Por qué tuvimos que acabar así... - susurré -. Vamos, Rai, puedes hacerlo. Sé que puedes.

Le cogí la mano y se la apreté. Al girarme, vi a Vedrick en la puerta.

- Es mi hermano.

-Lo siento...-callé-no sabía que tenias hermanos.

- Yo tampoco lo sabía. Hasta que llegué a Nearabyss la última vez. Drezan me lo contó antes de morir.

-¿Por que no nos lo dijiste? Nos podiamos haber ahorrado todo esto. Ahora el estaria bien

La culpa y la vergüenza me azotaron por dentro, y desvié la mirada.

- Porque Ryan no sólo es mi hermano - murmuré con un nudo en la garganta -. También fue mi amante, y eso no fue tan sencillo de aceptar. No quería que lo supieras... pero no podía quedarme allí. Por eso me fui. Ya te digo que me comporté como una niña, y que ahora lo estoy pagando... Supongo que me lo merezco.

Intenté no inmutarme.
-Deberías de confiar más en mi. Khandar te podía haber acompañado....no se...yo te podía haber acompañado.

- No se trata de eso... ya sé que me podríais haber acompañado, pero en ese momento yo... - lo miré -. Sentía asco de mí misma, ¿entiendes? Ryan podría haber sido cualquier otra persona, pero tenía que ser él precisamente, y yo no podía aceptarlo.

-La verdad es que no se que decirte. Espero que se mejore.

- Es su hijo quien está dentro de mí. O al menos lo que queda de él. Lo convencieron de que si me entregaba se lo devolverían. Eso desencadenó lo demás. Aunque después se arrepintió cuando vio en qué me había convertido... Por cierto, ¿y Taern? Él tambiéne staba allí...

-Se quedó fuera. Ahora está con Kibashi...si, con Kibashi-el lazo mental que compartiamos nos permitia saber todo lo que pasaba. Pero solo eso, solo eramos capaces de conocer la parte exterior de la mente. Si deseabamos profundizar, habia que solicitar permiso-no te preocupes por el. Le conozco desde hace mucho, y el muy cabrón, pase lo que pase, siempre sale ileso-sonreí.

Sonreí también.

- Al menos alguien sale ileso de todo esto...

Ryan empezó removerse, así que me levanté y me arrodillé junto a su cabeza, acariciándole el pelo con suavidad.

- Dal...

- Shhh... no hables ahora... Estoy aquí...

- ¿Eres... tú? - entreabrió los ojos y le sonreí con tristeza.

- Sí, no te precupes. No hay ningún ser maligno hablando por mí ahora. Todo vuelve a ser como antes.

- Yo... no... perdóname, yo...

- Shhh... no tengo nada que perdonarte. No es culpa tuya - me limpié una lágrima antes de que saliera. No quería que Rai me viera llorar en su situación. Él miró alrededor, y descubrió a Vedrick un poco más atrás. Seguí su mirada y la pregunta que había en ella -. Tranquilo, es un amigo. No te va a pasar nada malo. Ahora tienes que descansar.

- No, Dal, yo... yo tengo que...

- No, Rai. Ya hablaremos después. Tendremos tiempo de hablar. Pero ahora necesitas recuperar fuerzas. Hazme caso.

Él siguió balbuciendo. Yo murmuré unas palabras que había aprendido y al momento volvió a cerrar los ojos y su respiración se hizo acompasada. La poca energía que había recuperado salió hacia él, y me incliné sobre la cama debido al cansancio.

-Deberias de dejar usar tus energías para cosas tan vanales. Ahora tu estas debil. Deberías vigilar tus fuerzas-me di la vuelta y miré al pasillo. Me sentía incomodo. No sabía muy bien como actuar.

Cerré los ojos hasta que el leve mareo se pasó, y lentamente me puse en pie.

- Ryan necesita esa energía más que yo. Yo estoy bien.

Me senté en sobre la cama, temiendo que las fuerzas me fallaran. Observé a Vedrick. Un nudo me apretaba la boca del estómago.

- ¿En qué piensas?

-En que todo esto es una mierda. Esta guerra no tienes por que librarla tu. Además, esta el-señale a Ryan-es de tu familia y está metido hasta el cuezo en este asunto. Esto no es normal. Es una madeja que se ha liado. Es hora de deshacer los nudos.

- He sido yo la que ha liado las cosas más de la cuenta. Ambos sabemos cuál es la única solución. Y no es sencilla.

Estuve callado un rato.
-Concentrate en recuperarte. Cuando estes lista, iremos a por el cabrón que te ha hecho eso y le destrozaremos. También ofreceremos apoyo a los driades, a los elfos oscuros...a todo aquel que se enfrente a Torre Oscura. Los monolitos ahora no nos deben de preocupar, teniendo dos bajo nuestro control....-suspiré-si les quebramos la cabeza con la rebelion de las razas sometidas, Torre Oscura perderá el control. Y ese será nuestro momento. Ya no me vale mantenerlos a raya, quiero su total desaparición.

- ¿Y qué pasará después? Se supone que los Ocultistas existen para proteger a los humanos, pero esto se ha descontrolado. Ya no se sabe quién es bueno y quién es malo. Algunos ni siquiera saben por qué luchan. Caída Torre Oscura, se irán sublevando poco a poco. Además, están usando ejércitos humanos, más que exponerse ellos.

-No creo que los reinos y los imperios toleren mucho tiempo ejercitos deambulando por sus tierras. Respecto a los Ocultistas-sonrei con amargura-hace ya mucho tiempo que no son necesarios. El ser humano ya es capaz de defenderse con bastante eficacia de los seres peligrosos. De hecho son estos los que necesitan protección-suspiré-además, creo que va siendo hora de dar libertad a los elementales.

- ¿Los elementales no se prestan voluntarios? Creí que Saabath te había elegido a ti expresamente.

OFF: ¿Qué tal, chico ausente? XD Cuentate algo.

-Es un caso excepcional. Normalmente, los elementales son introducidos por la fuerza. Hechiceria antigua...ellos, simplemente lo toleran. Son eternos, cada nuevo anfitrion es una nueva experiencia. Ya sabes, si no estan agusto, son capaces de matar a su anfitrion....pero por lo general...se adaptan. Pero es en contra de su voluntad.


Off: Poca cosa que contarme. No me conecto por que no creo que tarde en irme a dormir

- Así que puedo acabar muerta desde dentro en cualquier momento. Muy esperanzador... - suspiré -. Así que esto es el fin... o para ellos o para nosotros. Y siempre con muchas víctimas de por medio... ¿cómo se pudo llegar a esto?

Me encogí de hombros.
-Supongo que este no es el método. Que no es así como se hace...pero....no se me ocurre otra cosa. Para evitar un desastre mayor, hay que escoger el mal menor

- La otra sería mucho más peligrosa y tendría más posibilidades de acabar en tragedia. Habrá que aguantarse. No todos nos odiarán, al fin y al cabo.

Me levanté y me acerqué hasta la puerta.

- Ryan estará durmiendo hasta tarde. ¿Sabes dónde está Kibashi? Quiero hablar con él...

-Búscale en el patio...y se cuidadosa-le di un beso en la frente-ya te veré

Sonreí levemente.

- Gracias... Gracias por todo.

Le di un beso en la mejilla y avancé por el pasillo, bajando por las escaleras, hasta el exterior. Tenía que apoyarme de vez en cuando en las paredes porque me sentía a punto de desfallecer, pero finalmente llegué allí.

Grupos de dríades luchaban entre sí en el patio, mientras que los tres Caminantes los observaban desde la distancia. Me acerqué por detrás a Kibashi.

- Supongo que no querrás hablar conmigo. No tienes por qué hacerlo. Sólo necesito que me escuches. Después no volveré a molestarte, si eso es lo que deseas.