Las Cuevas

Le acaricie el pelo
-Dime que ha sucedido

Cerré los ojos, todavía abrazada a él. Su contacto me reconfortaba, aunque todavía temblaba.

- Era... esa cosa... Vedrick, tengo un mal presentimiento... Va a volver - lo besé en el hueco de debajo de la oreja -. No quiero que te vayas.

Me quede serio.
-No te preocupes por eso......-no sonaba muy convincente

Capté su tono. Me separé de él y lo miré.

- ¿Vas a irte?

-No puedo permitir que estes en peligro...ademas, si yo estoy contigo, te encontraran antes. Tu sigue el camino previsto. Cuando lleges a la proxima ciudad, ve a los barrios bajos, y ve diciendo que vas de parte mia. Que eres mi confidente. Te ayudaran-no la mire. Sabia que si lo hacia, flaquearia.

- Eso podías haberlo pensado antes, cuando partimos de Sodden. Ahora estamos juntos en esto - acerqué mi rostro al suyo hasta que sólo los separaron unos pocos centímetros -. Te quiero. No voy a dejarte solo.

-Precisamente por que yo te quiero a ti, nos vamos a separar-le puse una mano en el hombro-debi de haber predecido todo esto-alargue una mano hasta mis cosas y coji un frasquito con liquido transparente-perdoname por esto-se lo puse en la nariz. La inmovilice con la mano que tenia en el hombro y le hice oler el liquido. Cayo dormida al instante.
-Al menos el cloroformo no me abandona-le deje mi caballo y todas mis demas cosas. Me fui de alli lo mas rapido que pude

Había amanecido cuando abrí los ojos. Miré a mi alrededor. Dentro de la cueva todo estaba oscuro. Una fría luz entraba desde la entrada.

Me incorporé. La espalda casi no me dolía. Me sentía rara. Entonces recordé lo que había pasado la noche anterior. El caballo de Vedrick estaba allí, junto con todas sus cosas. Pero él no estaba. No podía haberse ido dejándolo todo ahí. No era posible. Sin embargo, una vocecita interior me aseguraba que se había marchado.

Corrí al exterior. No había ni rastro de él. Apreté los puños con fuerza mientras dejaba que las lágrimas cayeran a su antojo. Recé a los dioses para volver a verlo. Tenía que darle una cosa.

Preparé a los caballos y enseguida estuvimos en marcha. Teníamos que alejarnos de allí cuanto antes.