Sala de entrenamiento

Caminamos por el castillo en silencio hasta que llegamos ante una puerta no muy grande, si no recordaba mal ahi estaba la sala de entrenamiento. Abrí la puerta y entramos adentro, la estancia era grandísima y estaba muy bien iluminada, con las paredes aisladas del exterior, en una esquina había varias figuras con armadura y alguna que otra silla, todo lo demás estaba vacío. En otra de las esquinas había una puerta pequeña de madera, la abrí y entré a una sala más pequeña llena de armas y armaduras de todas clases, espadas, dagas, y al fondo había unos vultos cubiertos por unas sábanas, las retiré y ahí estaban los dos golems, dos estatuas bastante mas altas que yo con el aspecto de enormes guerreros de piedra, fuertes e inquebrantables. Miré a Valeryon, que apoyaba uno de sus hombros en el quicio de la puerta.

-Estos son, ¿me ayudas a sacarlos?- le dije.

yo staba apoyado en la puerta observando la figura de daenerys, ahora que estaba curada se el veia mas gracil que cuando la conoci, me pidio que la ayudara a sacar los golems asi que me coloqué a su lado y nos agachemos para cojer aquel ser tan extraño, no pude evitar mirarla cuando estaba a su lado, y para mi sonrojo, ella me pillo en plena observacion...

Cuando lo descubrí mirándome, apartó la vista y se sonrojó, yo no hice ningún gesto al respecto. Sacamos los golems a la sala grande y los colocamos uno al lado del otro.

-Bien- le dije- para activar un golem tienes que pensar en algo que odies o que te produzca repulsión, cuanto más te concentres más posibilidades tendrás de enfrentarte a peores enemigos, incluso si tu pensamieinto proyecta una gran cantidad de odio, el golem puede dar lugar a aquello que más temes. Ten en cuenta que no es real.

la ayude a sacar el golem fuera y me explico mas o menos como funcionaba, aquello parecia sencillo pero de la teoria a la practica... hay mucho asi que le dije:

- te importa hacerme una pequeña demostracion?? eske no se como puede fucionar esto conmigo que soy medio dem...-mierda mierda mierda, seme habia escapado sin querer, la mire y segui hablando como si nada- puedes enseñarme por favor???

Un medio dem... vaya, así que había un misterio detrás de él. Lo miré haciendo denotar que su comentario no había pasado desapercibido, pero no hice mención alguna al respecto.

Yo no había contado con lo de hacer ninguna demostración, además de que llevaba años sin activar un golem, pero bueno.

-Bueno si, una demostración corta.

se habia dado cuenta, mierda, me cruce de brazos y me apoye en una pared:
-- stoy esperando...

Lo taladré con la mirada.

-Sin prisa- dije, me quité la capa, dejándola a un lado y me puse frente a uno de los golems.

Me sentía observada, como si de un espectáculo se tratase. Cerré los ojos e intenté concentrarme... ¿pero en qué?, no podía arriesgarme a que apareciera... no, tenía que ser algo más sencillo. Sí, me concentré en uno de ellos, abrí los ojos, poco a poco el golem se iba transformando en una figura que pronto comencé a reconocer, era espíritu de las sombras, de los que habitaban en los bosques sombríos del norte, su cuerpo era pálido con un cierto tono putrefacto, sus ojos, todo pupila blancos enteros, los labios morados, con los colmillos afilados asomando, tenía el pelo largo, gris claro, los brazos largos, y las uñas largas y negras, que si se clavaban te transmitían un potente veneno. Vestía una túnica larga negra y una de sus manos sostenía una gran espada con salientes en forma de aguijones también venenosos. Clavó sus ojos en los míos esbozando una diabólica sonrisa.

la transformacion del ser de piedra fue increible, parecia de verdad la criatura que se encontraba ahora en su lugar, me quedé observando a ver que tal luchaba aquella muxaxa

Desenvainé mi espada y esperé a que atacara, estaba acostumbrada a luchar contra aquellos seres y siempre soían atacar ellos primero. No tardó en hacerlo, se lanzó hacia mí enarbolando su espada, pero yo me moví veloz y esquivé el ataque mientras interponía mi espada entre ambos. La cara de la criatura quedó muy cerca de la mía, tanto que pude sentír su aliento putrefacto. A partir de ese momento todo ocurrió muy rápido, el espíritu y yo nos enzarzamos en una lucha espada con espada en la que estocada tras estocada todo parecía ir a mi favor, hasta que la criatura se hartó de la lucha física e hizo desaparecer su espada de su mano, seguidamente pronunció un breve hechizo con el que montones de diminutos aguijones de cristal se dirigían hacia mi, pero yo alce la mano y estos se detuvieron, cayendo al suelo.

Había llegado el momento de vencer a aquel espiritu, mis ojos adquirieron el brillo gélido característico de mi especie al usar magia, y a los pocos segundos, la criatura yacía muerta en el suelo.

Permanecí unos instantes observándola hasta que esta volvió a trasnformarse en el golem de piedra que era hace un rato.

mire el espectaculo, ella luchaba bien, y fue un fallo garrafal del espiritu usar una magia que le era muy propicia a ella, el combate termino rapido, y cuando acabo el golem volvio a su forma original y ella se quedo delante con la respiracion acelerada por el combate, yo permaneci quieto hasta que ella reaccionara

Miré a Valeryon.

-Y bien, es tu turno- le dije.

me adelante, me kite la capucha y la capa entera, y me kede con los pantalones de cuero y un chaleco negro, con los brazos al aire me situe delante del golem y me concentre en un demonio de fuego, un antiguo enemigo mio, muy poderoso, al abrir los ojos lo vi delante de mi y esbocé una ligera sonrisa... tenia ganas de luchar, saque mis dos espadas y en segundo ataqué al demonio, este tan rapido como yo se defendio, era un gran enemigo el demonio, segui atacando a la velocidad del rayo, y esquivando casi mas rapido aun, enzarzado con la bestia de tres metros formada de fuego que estaba delante de mi, la lucha cobrara mucha intensidad segundo a segundo...mis espadas se movian a un ritmo frenetico, atacando con una y parando un golpe con otra, y asi sucesivamente sin parar....

Luchaba bien, si, bastante bien, y había algo en su esencia que no alcanzaba a adivinar. Pude sentir el calor que generaba aquella lucha irreal, seguí observando.

llego un momento que el fervor de la lucha me hizo olvidarme de que estaba delante de gente, ese poder que se apoderaba de mi en los combates salio, me pare en seco y solte un grito desgarrador, junte los pies y levante las espadas que se incendiaron en un segundo, las junte por los puños y se fundieron en una sola, con dos ojas, las movi como si fueran un molino a una velocidad demencial, pare en seco me puso en posicion de ataque, corri hacien el demonio, y cuando lanzo el puño me subi a el di un salto de varios metros y al caer clavé mi espada en la nuca del demonio, que cayo de golpe al suelo, y antes de caer el yo salte me pare al lado de el, separe las espadas, y me las guarde, mire al golem ya de nuevo en su forma original, y cuando pude tranquilizarme volvi a darme cuenta de que habia una persona observandome, la mire fijamente.

Lo miré y le dije:

-Bueno y que te parecen los golems?.

me puse la capa y me cubrí la cara otra vez
- son utiles, desde luego, y divertidos...-y le dedique una de mis pocas sonrisas, creo que era la segunda vez que me veia esbozar un intento de sonrisa...pero yo no sabia reir

-Divertidos... si, y desahogantes. Bueno yo me voy a mi cuarto, ya nos veremos.- dije esto y me dirigí hacia la puerta de la sala.

la vi como se iba, me volvi hacia el golem y dije: tu y yo tenemos mucho de que discutir...jajajaajjjajjjajajajjajaajjjajajaj

Habia estado muxo tiempo destruyendo la imagen del golem, que durante esa tarde se habia convertido en muchas y distitnas criaturas, ya estaba cansado, sentia los musculos entumecidos, mire mis brazos, pura fibra, de piel morena, senti como los musculos se tensaban bajo la piel, me exe la capa por encima del hombro, y me dirigi hacia el comedor, era la hora de la cena, y sunlaris no le gustaba que llegasemos tarde a las comidas

Estaba amaneciendo cuando yo bajé y entré a la sala de entrenamiento. Esta vez entrenaría con dos golems a la vez. Me puse entre los dos y me concentré. Poco tardaron en transformarse en unas monstruosas criaturas negras y poco tardé en deshacerme de ellas.

Estuve allí toda la mañana, matando sin descanso aquellos ficticios enemigos.

Era ya cerca del medio día cuando me invadió una sensación de desánimo. No sabía por lo que era, sólo sabía que me sentía mal, que volvía a sentir que en este mundo no existía un lugar para mí. Salí de allí y me dirigí al pequeño bosque que había detrás del castillo.

Me dirigí rápidamente a la sala de entrenamiento, sentía como si no estuviera siendo guiada por mi razón. Destapé uno de los golems... sabía a lo que había bajado, necesitaba hacerlo para desahogarme, necesitaba matar a Gerath, aunque fuese ficticiamente, necesitaba saciar mi inmensa sed de venganza, aplacar mi dolor... me acerqué más al golem y éste tardó poco en transformarse, ahí estaba, alto, arrogante, esa penetrante mirada de odio y maldad y esa sonrisa maliciosa. Comenzó atacándome con su espada de doble filo y yo, contraataqué con mi espada de zafiro. No luchaba racionalmente, como solía hacer yo, luchaba con rabia, con odio profundo, con impotencia, incluso, gritaba sin darme cuenta, al poco rato me hirió en el brazo, casi me dolió de verdad. Se quedó un momento quieto, mirándome y comenzó a utilizar la magia, comenzando con un hechizo de magia negra, típico en él, yo conseguí esquivarlo y le lancé otro hechizo que impactó contra él, pero nada, era fuerte, y yo lo sabía, estuvimos horas luchando, el golem y yo, pero para mí ya no era un golem, era él... era él... parecía tan real... ese pensamiento me distrajo y un hechizo me dio de lleno lanzándome varios metros atrás, yo emití un gemido de dolor, sin ser consciente, de que al ser un golem, aquello no debería dolerme para nada. Se acercó a mí y puso su espada sobre mi cuello, sobre mi pecho, se acuclilló junto a mí, y me habló:

-No se puede jugar con fuego, Dany, por que te puedes quemar- en ese momento me di cuenta de que de alguna manera, Gerath estaba ahí delante de mí, como si lo hubiese invocado a través del golem... sentí un escalofrío por todo mi cuerpo, acercó su mano a mi cara, pero no le permití que me tocara.

-No permitiré que nunca jamás vuelvas a tocarme- dije, desafiante. él me cogió del cuello, sentí sus manos gélidas clavarse en mi piel, el aire me faltaba, la magia me fallaba, me sentí acorralada, de repente algo de sentido común acudió a mi conciencia, busqué mi daga en una de mis botas y le corté las venas de la mano que me sujetaba, conseguí librarme de él, cogí mi espada y se la clavé en pecho, atravesandolo entero, él clavó sus ojos en los míos mientras volvía a cogerme del cuello, sus manos quemaban como el hielo helado.

-Mientras no pueda acabar contigo... te atacaré en tus puntos débiles... ya sabes...- dijo esto y soltó una sonrisa malévola, de pronto se desvaneció y se volvió a transformar en un golem no sin antes clavar sus uñas en mi cuello hasta llegar a hacerme sangre... yo grité del dolor y caí de rodillas en el suelo, me encogí sobre mi misma, abrazando mis rodillas y me puse a llorar...

Entre en el castillo y cuando pase por delante de las salas de entrenamiento hoy un sollozo, me asome a ver que era con precaucion, y en entrar vi a dany acurrucada en un rincon...¿llorando?, corri hacia donde estaba ella a la vez que le preguntaba que habia pasado y sin pasarlo la abrazaba contra mi pecho

Pasé horas allí, llorando, casi se me habían secado ya los ojos, sentí una presencia junto a mí, era Valeryon... al abrazarme me apoyé contra su pecho, pero no dije nada, poco a poco dejé de llorar, pero no porque no tuviera ganas, ni porque no lo necesitara, más bien, para hacerme la fuerte, porque no soportaba llorar ante nadie...

La mire, tenia aspecto de llevar asi mucho tiempo, quien sabe cuanto
- Que ha pasado dime !!! - dije con angustia en mi voz - Quien te he exo esos arañazos en el cuello??